miércoles, 27 de abril de 2011

La vida no tiene punto y final

PARA REFLEXIÓN EN ESTE TIEMPO DE PASCUA:


Muerte, no seas orgullosa, aunque algunos te llamen
poderosa y terrible, porque no lo eres,
pues aquellos que crees haber aniquilado no mueren,
¡pobre muerte!,
ni a mí puedes matarme.
Del descanso y del sueño, que son sólo tu imagen,
viene placer, y luego de ti más vendrá aún:
los mejores se marchan cuanto antes contigo,
descanso de sus huesos, libertad de sus almas.
Del hado eres esclava, del Azar, reyes y locos,
y habitas en veneno, guerra y enfermedad;
opio y hechizos pueden igual adormecernos,
y aún mejor que tu golpe. ¿Por qué entonces tu orgullo?
Después de un breve sueño despertamos eternos,
Y ya no habrá más muerte: muerte, tú morirás.


John Donne (1572-1631)


Quiero agradecer tanta cercanía y cariño, amistad y ternura en estos momentos difíciles. Una de la cualidades de la fusca de la vida es: "estar"... no hacen faltas más palabras. Gracias mi hermano del alma por tanto... gracias a todos los que os habéis acordado en estos momentos complicados, me habéis ayudado y animado muchísimo, de todo corazón : GRACIAS A TODOS. Pero no olvidemos que lo importante, es y será siempre el EVANGELIO. Nuestra vida y nuestra única norma.
Gracias... y a tí muerte, no seas tan orgullosa...

martes, 26 de abril de 2011

POR TI Y PARA TI, MI HERMANO...

Entre vacaciones de la santa semana y demás asuntos varios la fusca de la vida hemos estado un poco desconectados, pero solo a nivel cibernético ya que en la red de la vida seguimos unidos como siempre. Hoy no quiero comentar ningún Evangelio concreto, ni tratar de hacer cercano ningún relato del nuevo testamento…hoy, simplemente quiero recordar, que no es otra cosa que volver con el corazón y hacer si cabe más vivo el Evangelio. En las últimas horas la fusca de la vida ha celebrado la fe y la eucaristía en los altares de la vida, sin duda los más importantes y cruciales, y lo hemos hecho para estar contigo, para acompañarte, para recorrer juntos, una vez más, los caminos que nos ha tocado andar. Mi querido amigo y hermano, la muerte de tu padre con todo la carga de tristeza y emoción que lleva en sus entrañas, no ha sido sino el descanso para quien lo tenía merecido, y además de eso es la perpetuación en el recuerdo de un ejemplo, más o menos perfecto, de lo que es estar de paso por esta historia que llamamos vida. Hasta los momentos finales hizo gala de su socarronería y humor, y no paró de contar chistes y anécdotas, quiso la vida, que tu estuvieras allí con él, quien mejor para el brindis final, si a mi me dan a elegir también lo elijo.
Poco a poco y a medida que pasan las horas, el campo lo echa de menos, sus tierras, sus labores, su pasión…me decías: “hasta el día de su entierro está lloviendo”…es lógico que allí arriba se emocionen porque han hecho un fichaje cojonudo.
Mi querido hermano y amigo, hemos protagonizado situaciones difíciles en nuestra historia, esta no lo es ni más ni menos que las otras porque en todas ellas te has entregado a la causa, te has tirado sin paracaídas, te has apasionado…con la muerte de tu padre has sido igual, has estado al pie del cañón, sin descanso, sin queja alguna, entregado sin excusas a su enfermedad desde el primer minuto y hasta el último, eso nos hace estar orgullosos de ti y es un detalle más que te sigue engrandeciendo.
Sabes que estamos juntos, que nos une tanto que solo las miradas bastan para entendernos…el mejor homenaje y recuerdo para tu padre han sido tus miradas, tus ojos emocionados que miraban el campo cuando íbamos por los pueblos de la comarca poniendo esquelas, unos ojos que a buen seguro eran los del corazón al tratar de aglutinar tantos recuerdos y momentos que has pasado con él en las labores del mismo…tus ojos agradecidos cuando los paisanos y amigos de tu padre te paraban para darte ánimos…tus ojos observando el ataúd en el primer responso de la mañana…tus ojos que abrazaron a tanta gente que quiso estar contigo…tus ojos firmes aunque la voz se quebrara en una sentida acción de gracias…tus ojos, que ya en el cementerio, se resistían a decir adiós…
Hay que ver que conversaciones y detalles nos comunicaste con tu mirada, la mirada del que sabe que hay que reponerse, que sabe que hay que apoyar a los más débiles como pueden ser tu mamá y tu hermano pequeño, que sabe que no está solo…
La vida, esa de la que te confiesas fiel y apasionado seguidor, nos sigue esperando, te queremos mucho mi hermano y queremos que nos sientas cerca…
No quiero terminar sin hacer mención a lo que tu padre ha sido para ti y para los que lo conocieron…de la múltiples muestras de cariño que a lo largo del día os mostraron, una de ellas fue esta, un señor emocionado le decía a tu hermano lo siguiente: ”debes estar orgulloso de tu padre, porque hizo mucho bien, y fue toda una institución”…cuando te la conté en el coche, de nuevo, lo dijiste todo con tu mirada y tus ojos encharcados con las lágrimas de la esperanza hablaron por ti…
Grande mi hermano, muy grande…mi abrazo más cariñoso siempre para ti…la fusca de la vida siempre unida, siempre juntos…Te quiero "del colmo"…

sábado, 16 de abril de 2011

SEMANA SANTA
DOMINGO DE RAMOS. Pasión según San Mateo 26,14-75.27,1-66.

Evangelio

Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes
y les dijo: "¿Cuánto me darán si se lo entrego?". Y resolvieron darle treinta monedas de plata.
Desde ese momento, Judas buscaba una ocasión favorable para entregarlo.
El primer día de los Acimos, los discípulos fueron a preguntar a Jesús: "¿Dónde quieres que te preparemos la comida pascual?".
El respondió: "Vayan a la ciudad, a la casa de tal persona, y díganle: 'El Maestro dice: Se acerca mi hora, voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos'".
Ellos hicieron como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua.
Al atardecer, estaba a la mesa con los Doce
y, mientras comían, Jesús les dijo: "Les aseguro que uno de ustedes me entregará".
Profundamente apenados, ellos empezaron a preguntarle uno por uno: "¿Seré yo, Señor?".
El respondió: "El que acaba de servirse de la misma fuente que yo, ese me va a entregar.
El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre será entregado: más le valdría no haber nacido!".
Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó: "¿Seré yo, Maestro?". "Tú lo has dicho", le respondió Jesús.
Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomen y coman, esto es mi Cuerpo".
Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, diciendo: "Beban todos de ella,
porque esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama por muchos para la remisión de los pecados.
Les aseguro que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta el día en que beba con ustedes el vino nuevo en el Reino de mi Padre".
Después del canto de los Salmos, salieron hacia el monte de los Olivos.
Entonces Jesús les dijo: "Esta misma noche, ustedes se van a escandalizar a causa de mí. Porque dice la Escritura: Heriré al pastor, y se dispersarán las ovejas del rebaño.
Pero después que yo resucite, iré antes que ustedes a Galilea".
Pedro, tomando la palabra, le dijo: "Aunque todos se escandalicen por tu causa, yo no me escandalizaré jamás".
Jesús le respondió: "Te aseguro que esta misma noche, antes que cante el gallo, me habrás negado tres veces".
Pedro le dijo: "Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré". Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Cuando Jesús llegó con sus discípulos a una propiedad llamada Getsemaní, les dijo: "Quédense aquí, mientras yo voy allí a orar".
Y llevando con él a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse.
Entonces les dijo: "Mi alma siente una tristeza de muerte. Quédense aquí, velando conmigo".
Y adelantándose un poco, cayó con el rostro en tierra, orando así: "Padre mío, si es posible, que pase lejos de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya".
Después volvió junto a sus discípulos y los encontró durmiendo. Jesús dijo a Pedro: "¿Es posible que no hayan podido quedarse despiertos conmigo, ni siquiera una hora?
Estén prevenidos y oren para no caer en la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil".
Se alejó por segunda vez y suplicó: "Padre mío, si no puede pasar este cáliz sin que yo lo beba, que se haga tu voluntad".
Al regresar los encontró otra vez durmiendo, porque sus ojos se cerraban de sueño.
Nuevamente se alejó de ellos y oró por tercera vez, repitiendo las mismas palabras.
Luego volvió junto a sus discípulos y les dijo: "Ahora pueden dormir y descansar: ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores.
¡Levántense! ¡Vamos! Ya se acerca el que me va a entregar".
Jesús estaba hablando todavía, cuando llegó Judas, uno de los Doce, acompañado de una multitud con espadas y palos, enviada por los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo.
El traidor les había dado esta señal: "Es aquel a quien voy a besar. Deténganlo".
Inmediatamente se acercó a Jesús, diciéndole: "Salud, Maestro", y lo besó.
Jesús le dijo: "Amigo, ¡cumple tu cometido!". Entonces se abalanzaron sobre él y lo detuvieron.
Uno de los que estaban con Jesús sacó su espada e hirió al servidor del Sumo Sacerdote, cortándole la oreja.
Jesús le dijo: "Guarda tu espada, porque el que a hierro mata a hierro muere.
¿O piensas que no puedo recurrir a mi Padre? El pondría inmediatamente a mi disposición más de doce legiones de ángeles.
Pero entonces, ¿cómo se cumplirían las Escrituras, según las cuales debe suceder así?".
Y en ese momento dijo Jesús a la multitud: "¿Soy acaso un ladrón, para que salgan a arrestarme con espadas y palos? Todos los días me sentaba a enseñar en el Templo, y ustedes no me detuvieron".
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que escribieron los profetas. Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.
Los que habían arrestado a Jesús lo condujeron a la casa del Sumo Sacerdote Caifás, donde se habían reunido los escribas y los ancianos.
Pedro lo seguía de lejos hasta el palacio del Sumo Sacerdote; entró y se sentó con los servidores, para ver cómo terminaba todo.
Los sumos sacerdotes y todo el Sanedrín buscaban un falso testimonio contra Jesús para poder condenarlo a muerte;
pero no lo encontraron, a pesar de haberse presentado numerosos testigos falsos. Finalmente, se presentaron dos
que declararon: "Este hombre dijo: 'Yo puedo destruir el Templo de Dios y reconstruirlo en tres días'".
El Sumo Sacerdote, poniéndose de pie, dijo a Jesús: "¿No respondes nada? ¿Qué es lo que estos declaran contra ti?".
Pero Jesús callaba. El Sumo Sacerdote insistió: "Te conjuro por el Dios vivo a que me digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios".
Jesús le respondió: "Tú lo has dicho. Además, les aseguro que de ahora en adelante verán al Hijo del hombre sentarse a la derecha del Todopoderoso y venir sobre las nubes del cielo".
Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: "Ha blasfemado, ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Ustedes acaban de oír la blasfemia.
¿Qué les parece?". Ellos respondieron: "Merece la muerte".
Luego lo escupieron en la cara y lo abofetearon. Otros lo golpeaban,
diciéndole: "Tú, que eres el Mesías, profetiza, dinos quién te golpeó".
Mientras tanto, Pedro estaba sentado afuera, en el patio. Una sirvienta se acercó y le dijo: "Tú también estabas con Jesús, el Galileo".
Pero él lo negó delante de todos, diciendo: "No sé lo que quieres decir".
Al retirarse hacia la puerta, lo vio otra sirvienta y dijo a los que estaban allí: "Este es uno de los que acompañaban a Jesús, el Nazareno".
Y nuevamente Pedro negó con juramento: "Yo no conozco a ese hombre".
Un poco más tarde, los que estaban allí se acercaron a Pedro y le dijeron: "Seguro que tú también eres uno de ellos; hasta tu acento te traiciona".
Entonces Pedro se puso a maldecir y a jurar que no conocía a ese hombre. En seguida cantó el gallo,
y Pedro recordó las palabras que Jesús había dicho: "Antes que cante el gallo, me negarás tres veces". Y saliendo, lloró amargamente.
Cuando amaneció, todos los sumos sacerdotes y ancianos del pueblo deliberaron sobre la manera de hacer ejecutar a Jesús.
Después de haberlo atado, lo llevaron ante Pilato, el gobernador, y se lo entregaron.
Judas, el que lo entregó, viendo que Jesús había sido condenado, lleno de remordimiento, devolvió las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y a los ancianos,
diciendo: "He pecado, entregando sangre inocente". Ellos respondieron: "¿Qué nos importa? Es asunto tuyo".
Entonces él, arrojando las monedas en el Templo, salió y se ahorcó.
Los sumos sacerdotes, juntando el dinero, dijeron: "No está permitido ponerlo en el tesoro, porque es precio de sangre".
Después de deliberar, compraron con él un campo, llamado "del alfarero", para sepultar a los extranjeros.
Por esta razón se lo llama hasta el día de hoy "Campo de sangre".
Así se cumplió lo anunciado por el profeta Jeremías: Y ellos recogieron las treinta monedas de plata, cantidad en que fue tasado aquel a quien pusieron precio los israelitas.
Con el dinero se compró el "Campo del alfarero", como el Señor me lo había ordenado.
Jesús compareció ante el gobernador, y este le preguntó: "¿Tú eres el rey de los judíos?". El respondió: "Tú lo dices".
Al ser acusado por los sumos sacerdotes y los ancianos, no respondió nada.
Pilato le dijo: "¿No oyes todo lo que declaran contra ti?".
Jesús no respondió a ninguna de sus preguntas, y esto dejó muy admirado al gobernador.
En cada Fiesta, el gobernador acostumbraba a poner en libertad a un preso, a elección del pueblo.
Había entonces uno famoso, llamado Barrabás.
Pilato preguntó al pueblo que estaba reunido: "¿A quién quieren que ponga en libertad, a Barrabás o a Jesús, llamado el Mesías?".
El sabía bien que lo habían entregado por envidia.
Mientras estaba sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: "No te mezcles en el asunto de ese justo, porque hoy, por su causa, tuve un sueño que me hizo sufrir mucho".
Mientras tanto, los sumos sacerdotes y los ancianos convencieron a la multitud que pidiera la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús.
Tomando de nuevo la palabra, el gobernador les preguntó: "¿A cuál de los dos quieren que ponga en libertad?". Ellos respondieron: "A Barrabás".
Pilato continuó: "¿Y qué haré con Jesús, llamado el Mesías?". Todos respondieron: "¡Que sea crucificado!".
El insistió: "¿Qué mal ha hecho?". Pero ellos gritaban cada vez más fuerte: "¡Que sea crucificado!".
Al ver que no se llegaba a nada, sino que aumentaba el tumulto, Pilato hizo traer agua y se lavó las manos delante de la multitud, diciendo: "Yo soy inocente de esta sangre. Es asunto de ustedes".
Y todo el pueblo respondió: "Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos".
Entonces, Pilato puso en libertad a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado.
Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron a toda la guardia alrededor de él.
Entonces lo desvistieron y le pusieron un manto rojo.
Luego tejieron una corona de espinas y la colocaron sobre su cabeza, pusieron una caña en su mano derecha y, doblando la rodilla delante de él, se burlaban, diciendo: "Salud, rey de los judíos".
Y escupiéndolo, le quitaron la caña y con ella le golpeaban la cabeza.
Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron de nuevo sus vestiduras y lo llevaron a crucificar.
Al salir, se encontraron con un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo obligaron a llevar la cruz.
Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota, que significa "lugar del Cráneo",
le dieron de beber vino con hiel. El lo probó, pero no quiso tomarlo.
Después de crucificarlo, los soldados sortearon sus vestiduras y se las repartieron;
y sentándose allí, se quedaron para custodiarlo.
Colocaron sobre su cabeza una inscripción con el motivo de su condena: "Este es Jesús, el rey de los judíos".
Al mismo tiempo, fueron crucificados con él dos ladrones, uno a su derecha y el otro a su izquierda.
Los que pasaban, lo insultaban y, moviendo la cabeza,
decían: "Tú, que destruyes el Templo y en tres días lo vuelves a edificar, ¡sálvate a ti mismo, si eres Hijo de Dios, y baja de la cruz!".
De la misma manera, los sumos sacerdotes, junto con los escribas y los ancianos, se burlaban, diciendo:
"¡Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí mismo! Es rey de Israel: que baje ahora de la cruz y creeremos en él.
Ha confiado en Dios; que él lo libre ahora si lo ama, ya que él dijo: "Yo soy Hijo de Dios".
También lo insultaban los ladrones crucificados con él.
Desde el mediodía hasta las tres de la tarde, las tinieblas cubrieron toda la región.
Hacia las tres de la tarde, Jesús exclamó en alta voz: "Elí, Elí, lemá sabactani", que significa: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?".
Algunos de los que se encontraban allí, al oírlo, dijeron: "Está llamando a Elías".
En seguida, uno de ellos corrió a tomar una esponja, la empapó en vinagre y, poniéndola en la punta de una caña, le dio de beber.
Pero los otros le decían: "Espera, veamos si Elías viene a salvarlo".
Entonces Jesús, clamando otra vez con voz potente, entregó su espíritu.
Inmediatamente, el velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo, la tierra tembló, las rocas se partieron
y las tumbas se abrieron. Muchos cuerpos de santos que habían muerto resucitaron
y, saliendo de las tumbas después que Jesús resucitó, entraron en la Ciudad santa y se aparecieron a mucha gente.
El centurión y los hombres que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y todo lo que pasaba, se llenaron de miedo y dijeron: "¡Verdaderamente, este era el Hijo de Dios!".
Había allí muchas mujeres que miraban de lejos: eran las mismas que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirlo.
Entre ellas estaban María Magdalena, María -la madre de Santiago y de José- y la madre de los hijos de Zebedeo.
Al atardecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había hecho discípulo de Jesús,
y fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Pilato ordenó que se lo entregaran.
Entonces José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia
y lo depositó en un sepulcro nuevo que se había hecho cavar en la roca. Después hizo rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, y se fue.
María Magdalena y la otra María estaban sentadas frente al sepulcro.
A la mañana siguiente, es decir, después del día de la Preparación, los sumos sacerdotes y los fariseos se reunieron y se presentaron ante Pilato,
diciéndole: "Señor, nosotros nos hemos acordado de que ese impostor, cuando aún vivía, dijo: 'A los tres días resucitaré'.
Ordena que el sepulcro sea custodiado hasta el tercer día, no sea que sus discípulos roben el cuerpo y luego digan al pueblo: '¡Ha resucitado!'. Este último engaño sería peor que el primero".
Pilato les respondió: "Ahí tienen la guardia, vayan y aseguren la vigilancia como lo crean conveniente".
Ellos fueron y aseguraron la vigilancia del sepulcro, sellando la piedra y dejando allí la guardia.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA

. «Todo está consumado»

De Tu parte, ¡sí!
De nuestra parte,
nos falta aún ese largo día a día
de cada historia humana,
de toda la Humana Historia.

Tú ya lo has hecho todo, ¡Rey y Reino!
Todo está por hacer, a la luz del Reino,
en esta noche que nos cerca
(de lucro y de egoísmo,
de miedo y de mentira,
de odios y de guerras).

El Padre te dio un Cuerpo de servicio
y Tú has rendido el ciento, el infinito.
Todo está consumado,
en el Perdón y en la Gloria.
Todo puede ser Gracia, en la lucha y en el camino.

Ya has sido el Camino, Compañero.
Y eres, por fin, ¡la Llegada!
En tu Cruz se anulan
el poder del Pecado
y la sentencia de la Muerte.
Todo canta Esperanza...

(Pedro Casaldáliga)

miércoles, 13 de abril de 2011

TIEMPO DE CUARESMA.

Viernes, 15 de abril de 2011.
Juan
10,31-42
EVANGELIO
Los judíos tomaron piedras para apedrearlo.
Entonces Jesús dijo: "Les hice ver muchas obras buenas que vienen del Padre; ¿Por cuál de ellas me quieren apedrear?".
Los judíos le respondieron: "No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino porque blasfemas, ya que, siendo hombre, te haces Dios".
Jesús les respondió: "¿No está escrito en la Ley: Yo dije: Ustedes son dioses?
Si la Ley llama dioses a los que Dios dirigió su Palabra -y la Escritura no puede ser anulada-
¿Cómo dicen: 'Tú blasfemas', a quien el Padre santificó y envió al mundo, porque dijo: "Yo soy Hijo de Dios"?
Si no hago las obras de mi Padre, no me crean;
pero si las hago, crean en las obras, aunque no me crean a mí. Así reconocerán y sabrán que el Padre está en mí y yo en el Padre".
Ellos intentaron nuevamente detenerlo, pero él se les escapó de las manos.
Jesús volvió a ir al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había bautizado, y se quedó allí.
Muchos fueron a verlo, y la gente decía: "Juan no ha hecho ningún signo, pero todo lo que dijo de este hombre era verdad".
Y en ese lugar muchos creyeron en él.


EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

"Todo lo que dijo este hombre era verdad". Todo lo que ha dicho este hombre es verdad y sus palabras son "Palabras de vida eterna" Por eso, no hay nada, ni nadie que pueda llenar nuestro corazón y saciarnos de auténtica felicidad, si no Él. Por eso, andamos inquietos, dando tumbos a veces, y sin ningún rumbo cierto, cuando nos alejamos de Él, de sus palabra, de su mensaje...
Buscamos "en aljibes agrietados" y nos olvidamos de la auténtica "Fuente que brota hasta la vida eterna". Somos así... Por eso hoy, día en que se tiene un recuerdo especial de María, Madre que acompañó a Jesús en el camino del dolor, pidámosle a Ella que nos ayude a reencontrarnos con su hijo y a no abandonarlo nunca. A encontrarlo a Él en todos los que están a nuestro lado y a reconocerlo, sobre todo, en los que sufren.

TIEMPO DE CUARESMA.

Jueves, 14 de abril de 2011.
Juan 8,51-59.
Les aseguro que el que es fiel a mi palabra, no morirá jamás".
Los judíos le dijeron: "Ahora sí estamos seguros de que estás endemoniado. Abraham murió, los profetas también, y tú dices: 'El que es fiel a mi palabra, no morirá jamás'.
¿Acaso eres más grande que nuestro padre Abraham, el cual murió? Los profetas también murieron. ¿Quién pretendes ser tú?".
Jesús respondió: "Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. Es mi Padre el que me glorifica, el mismo al que ustedes llaman 'nuestro Dios',
y al que, sin embargo, no conocen. Yo lo conozco y si dijera: 'No lo conozco', sería, como ustedes, un mentiroso. Pero yo lo conozco y soy fiel a su palabra.
Abraham, el padre de ustedes, se estremeció de gozo, esperando ver mi Día: lo vio y se llenó de alegría".
Los judíos le dijeron: "Todavía no tienes cincuenta años ¿y has visto a Abraham?".
Jesús respondió: "Les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy".
Entonces tomaron piedras para apedrearlo, pero Jesús se escondió y salió del Templo.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

Me imagino el "cansancio" de Jesús, viendo cómo sus palabras no eran entendidas, o incluso, a veces, malinterpretadas... Me imagino el esfuerzo que supondría para Él intentar explicar que su Reino no era lo que ellos esperaban y el sufrimiento que le causaría pensar que estaban dejando de lado la vida verdadera, la que Él les ofrecía y ellos, por su cerrazón, no estaban dispuestos a acogerla...
¡Ay, pues pensemos en nuestra propia vida y en nuestras propias actitudes! Él nos ha dicho: "El que es fiel a mi palabra, no morirá jamás" dejémonos ya de malgastar nuestro tiempo en discusiones más o menos importantes, abandonemos, de una vez por todas, la dichosa costumbre de querernos salir con la nuestra, aun a costa de negar las propias palabras de Jesús y de su evangelio, y quedémonos con lo esencial de nuestra vida. Esto es, ser fieles a "su" palabra de perdón, misericordia, amor... seguro, seguro, que la promesa de Jesús se cumplirá: no moriremos jamás, porque su Vida nos sostiene y nos ayuda a caminar.

lunes, 11 de abril de 2011

TIEMPO DE CUARESMA.

Miércoles, 13 de abril de 2011. Juan 8,31-42.

Evangelio

Jesús dijo a aquellos judíos que habían creído en él: "Si ustedes permanecen fieles a mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos:

conocerán la verdad y la verdad los hará libres".
Ellos le respondieron: "Somos descendientes de Abraham y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir entonces: 'Ustedes serán libres'?".
Jesús les respondió: "Les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado.
El esclavo no permanece para siempre en la casa; el hijo, en cambio, permanece para siempre.
Por eso, si el Hijo los libera, ustedes serán realmente libres.
Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham, pero tratan de matarme porque mi palabra no penetra en ustedes.
Yo digo lo que he visto junto a mi Padre, y ustedes hacen lo que han aprendido de su padre".
Ellos le replicaron: "Nuestro padre es Abraham". Y Jesús les dijo: "Si ustedes fueran hijos de Abraham obrarían como él.
Pero ahora quieren matarme a mí, al hombre que les dice la verdad que ha oído de Dios. Abraham no hizo eso.
Pero ustedes obran como su padre". Ellos le dijeron: "Nosotros no hemos nacido de la prostitución; tenemos un solo Padre, que es Dios". Jesús prosiguió:
"Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque yo he salido de Dios y vengo de él. No he venido por mí mismo, sino que él me envió.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

Como siempre, y esto se ha repetido a lo largo de la historia, Jesús es causa de disensión. Su persona, su mensaje, su palabra no deja indiferentes a los que se acercan a Él. “El que no está conmigo, está contra mí” dijo en otra ocasión y es que ante Él hay que tomar partido. Llama mucho la atención, que los que se creen poseedores de la verdad, los eruditos, los “especialistas” del espíritu anden tan mal encaminados y, encima, se atrevan a juzgar a los “ignorantes” que se han dejado embaucar por el mensaje de paz y bienaventuranza que Jesús ha venido a sembrar. Llama la atención que, estos mismos, hoy como ayer, se crean poseedores de la verdad absoluta y se atrevan a dictar sentencia.

Pidámosle a Él que nos haga ver claro que no estamos aquí para juzgar a nadie, que nos ayude a ser un poquito más tolerantes, a no creer que sólo nosotros tenemos razón y a no ir machacando a diestro y siniestro con nuestras actitudes inflexibles, en nombre de la valentía y de la claridad de cierta concepción de la moralidad. A Jesús le seguía una multitud por los caminos de Galilea, esto sí que podía considerarse un verdadero testimonio. La multitud que le seguía caminaba al paso de las bienaventuranzas y los pobres, enfermos, lisiados, pecadores y prostitutas encabezaba esa “manifestación”. Pensemos la diferencia con lo que nos está tocando vivir.


domingo, 10 de abril de 2011

TIEMPO DE CUARESMA.

Lunes, 11 de abril de 2011. Juan 8,1-11.

Evangelio
Jesús fue al monte de los Olivos.
Al amanecer volvió al Templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y comenzó a enseñarles.
Los escribas y los fariseos le trajeron a una mujer que había sido sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio de todos,
dijeron a Jesús: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio.
Moisés, en la Ley, nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. Y tú, ¿qué dices?".
Decían esto para ponerlo a prueba, a fin de poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, comenzó a escribir en el suelo con el dedo.
Como insistían, se enderezó y les dijo: "El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra".
E inclinándose nuevamente, siguió escribiendo en el suelo.
Al oír estas palabras, todos se retiraron, uno tras otro, comenzando por los más ancianos. Jesús quedó solo con la mujer, que permanecía allí,
e incorporándose, le preguntó: "Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Alguien te ha condenado?".
Ella le respondió: "Nadie, Señor". "Yo tampoco te condeno, le dijo Jesús. Vete, no peques más en adelante".

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA

Escuchamos hoy la voz de Agustín comentando el evangelio. También él nos anima a no juzgar, a sentirnos absolutamente felices por estar en tan buenas manos...

" Dice el salmista: "Aprended, jueces de la tierra" (Sal 2.10). Aquellos que juzgan la tierra son los reyes, gobernadores, príncipes, los jueces propiamente dicho... Sed sensatos, porque es la tierra quien juzga la tierra, pero debe temer al que está en el cielo. Juzgan a sus iguales: un ser humano juzga a un hombre, un mortal a un mortal, un pecador a otro pecador. ¿Si nuestro Señor hizo resonar en medio de los jueces esta frase divina: "el que esté sin pecado que tire la primera piedra", todos los que juzgan la tierra no estarán sobrecogidos de espanto?
Los fariseos, para tentarlo, le llevaron una mujer sorprendida en adulterio...Jesús dijo: "Queréis apedrear a esta mujer, según lo prescrito por la ley. Pues bien, aquel de entre vosotros que esté sin pecado, que tire la primera piedra". Mientras se cuestionaban, Él escribió sobre la tierra, para "enseñar a la tierra"; pero cuando les dio esta respuesta, levantó los ojos, "miró a la tierra y ésta se estremeció" (Sal 103,32). Los fariseos, confundidos y temblorosos, se fueron uno tras otro...

La pecadora se queda a solas con el Salvador: la enferma con el médico, la gran miseria con la gran misericordia. Mirando a esta mujer, Jesús le dijo: "¿Nadie te ha condenado? -Nadie, Señor"... Pero ella permaneció delante del juez que está libre de pecado. "¿Nadie te ha condenado? - Nadie, Señor, y si tú mismo no me condenas, estoy salvada" En silencio, el Señor responde a esta inquietud:"Yo tampoco te condeno... La voz de sus conciencias les impedía a los acusadores castigarte, la misericordia me empuja a venir en tu ayuda". Reflexionad sobre estas verdades e "instruiros jueces de la tierra". (SAn Agustín)


viernes, 8 de abril de 2011

Jn.7,40-53. sábdo 9 de abril

EVANGELIO: Muchos entre la gente, que le habían oído estas palabras, decían: «Este es verdaderamente el profeta.» Otros decían: «Este es el Cristo.» Pero otros replicaban: «¿Acaso va a venir de Galilea el Cristo? ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de Belén, el pueblo de donde era David?» Se originó, pues, una disensión entre la gente por causa de él. Algunos de ellos querían detenerle, pero nadie le echó mano. Los guardias volvieron donde los sumos sacerdotes y los fariseos. Estos les dijeron: «¿Por qué no le habéis traído?» Respondieron los guardias: «Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre.» Los fariseos les respondieron: «¿Vosotros también os habéis dejado embaucar? ¿Acaso ha creído en él algún magistrado o algún fariseo? Pero esa gente que no conoce la Ley son unos malditos.» Les dice Nicodemo, que era uno de ellos, el que había ido anteriormente donde Jesús: «¿Acaso nuestra Ley juzga a un hombre sin haberle antes oído y sin saber lo que hace?» Ellos le respondieron: «¿También tú eres de Galilea? Indaga y verás que de Galilea no sale ningún profeta.» Y se volvieron cada uno a su casa. EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA: La vida cristiana o es epifanía, manifestación de Dios, o "horrible charlatanería" (Kierkegaard). Es la HORA: consiste en servir y en entregar la vida por algo que merezca la pena:"Si el grano de trigo NO CAE EN TIERRA...". En la tierra, es decir, en nuestra realidad de cada día….Pues bien, Algo tiene que morir. Algo tiene que cambiar. Ha llegado la hora de Humanizar la vida. Es la hora de las decisiones, es la hora del Evangelio, de combatir la injusticia, de los pacíficos, es la hora de gestos imprevisibles de amor, es la hora de acercarse al sufrimiento del hermano, de comprender a los pecadores, de acoger y abrir las puertas, es la hora de los sencillos. Es la hora de los testigos, de los testigos de esperanza. Y si … de Galilea salió el más grande de los profetas, al que seguimos y por quien vivimos la utopía del Evangelio. Aunque los fariseos del 2011 desde sus puestos de mando quieran seguir echando por tierra todo lo que Jesús de Nazareth proclamo con su vida para que hoy seamos más libres, más justos y más humanos, p´alante

jueves, 7 de abril de 2011

Jn 7, 1-2.10.25-30. Viernes 8 de abril

Evangelio En aquel tiempo, Jesús recorría Galilea, pues no quería andar por Judea, porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba ya la fiesta de los judíos, llamada de los Campamentos.Cuando los parientes de Jesús habían llegado ya a Jerusalén para la fiesta, llegó también él, pero sin que la gente se diera cuenta, como de incógnito. Algunos, que eran de Jerusalén, se decían: “¿No es éste al que quieren matar? Miren cómo habla libremente y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que es el Mesías? Pero nosotros sabemos de dónde viene éste; en cambio, cuando llegue el Mesías, nadie sabrá de dónde viene”.Jesús, por su parte, mientras enseñaba en el templo, exclamó:“Conque me conocen a mí y saben de dónde vengo.Pues bien, yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; y a él ustedes no lo conocen. Pero yo sí lo conozco, porque procedo de él y él me ha enviado”. Trataron entonces de capturarlo, pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora. EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA: Nietzsche, el filósofo alemán, solía decir: tendrían que cantarme cantos más alegres. Sería necesario que tuvieran rostros de salvados para que creyera en su salvador. Ya va siendo hora de recuperar la fiesta y la alegría. ¡ ya! No somos la religión del llanto, del luto y mucho menos de la condena fría y triste. Es Jesús quien nos lo ha enseñado, incluso en los peores momentos. La alegría del cristiano no es fruto de tener suerte en la vida, buena salud, ser optimista, no es un esfuerzo. La alegría del cristiano nace de saber que Dios te ama y que hay un mundo por conquistar con amor. La alegría es una manera de estar en la vida. Incluso cuando ha llegado la hora… cuando las persecuciones de esta vida se ponen tras de ti, es momento de celebrar la alegría , porque nuestro Díos es el Dios del amor. Sin alegría es difícil amar, crear, vivir algo interesante. La alegría es el rostro de Dios en el hombre. Curiosamente muy pocos cuadros, dibujos retratos y fotos nos han mostrado a un Cristo sonriente, y estoy seguro que hasta en sus peores momentos Cristo estuvo riéndose y celebrando la vida con sus amigos, Por un amor inquebrantable, por proclamar una amistad tan fuerte y profunda que crea del otro un hermano, por llamar a la vida en abundancia llena de alegría, que es lo mismo que creer que otro mundo es posible, lo crucificaron a Jesús. Pero no sin esperanza. Que el amor no se pase de moda. “ Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los amigos”.P´alante pues.

Jn.5,31-47. Jueves 7 de abril

EVANGELIO: «Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no sería válido. Otro es el que da testimonio de mí, y yo sé que es válido el testimonio que da de mí. Vosotros mandasteis enviados donde Juan, y él dio testimonio de la verdad. No es que yo busque testimonio de un hombre, sino que digo esto para que os salvéis. El era la lámpara que arde y alumbra y vosotros quisisteis recrearos una hora con su luz. Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado. Y el Padre, que me ha enviado, es el que ha dado testimonio de mí. Vosotros no habéis oído nunca su voz, ni habéis visto nunca su rostro, ni habita su palabra en vosotros, porque no creéis al que El ha enviado. «Vosotros investigáis las escrituras, ya que creéis tener en ellas vida eterna; ellas son las que dan testimonio de mí; y vosotros no queréis venir a mí para tener vida. La gloria no la recibo de los hombres. Pero yo os conozco: no tenéis en vosotros el amor de Dios. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viene en su propio nombre, a ése le recibiréis. ¿Cómo podéis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros, y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que os voy a acusar yo delante del Padre. Vuestro acusador es Moisés, en quién habéis puesto vuestra esperanza. Porque, si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque él escribió de mí. Pero si no creéis en sus escritos, cómo vais a creer en mis palabras?» EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA: Jesús conoció en su vida: la crisis, murmuraciones, incrédulos. No todos sus amigos fueron fieles, fue incomprendido socialmente, se opusieron a él las autoridades y otras personas. Incluso su vida terminó en un aparente fracaso, colgado de un madero por los defensores de Dios, por los defensores a ultranza de la “verdad”, y Él seguía hablando de dar testimonio de la Verdad. Los cristianos nos hemos preocupado de poner a Dios en su sitio, si. Edificar templos increíbles, reinventar cultos, buscar piedad y consuelo en la liturgia de cada día. Pero no os parece que hemos dejado, en ocasiones, al hombre herido en la cuneta, y con frecuencia al más cercano a nosotros. Cuando el Evangelio de hoy habla de Palabra de Vida, de luz… para que se haga realidad el amor. El amor es como el fuego, que si no se comunica, se apaga. El único fracaso en el amor es volver la espalda a la utopía. O lo que es lo mismo, volver la espalda al Evangelio. P´Alante, siempre… en busca de momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables."

martes, 5 de abril de 2011

Juan 5: 17 - 30 . MIÉRCOLES 6 DEABRIL

EVANGELIO: Pero Jesús les replicó: «Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo.» Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios. Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: «En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo. Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que él hace. Y le mostrará obras aún mayores que estas, para que os asombréis. Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado. En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida. En verdad, en verdad os digo: llega la hora (ya estamos en ella), en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre. No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio. Y no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA: Resucitar RESURRECCIÓN: pararse, tomarse un respiro: ¡salir a dar una vuelta! Fracasé en toda regla; como ejemplo “el sábado”... Desde mi punto de vista el Evangelio de hoy enfoca el reto clave del sentido de la vida, de la resurrección como el único fundamento de nuestro caminar, así ofrezco un pupurri de sensaciones, que todas se resumen en: A RESUCITAR… A LA VIDA EN ABUNDANCIA…. - es importante leer más el evangelio – para vivirlo más- el evangelio es un serio problema para los cristianos. – si Cristo no hubiera resucitado; nuestra fe sería vana. No podríamos cambiar el mundo, el triunfo de la justicia y el amor sería nulo; muchos de ellos abandonaron. - Yo no creo en ningún cadáver revivido ( Lázaro) - Yo no creo en alguien que sonríe cuando se dice la palabra Utopía – tengo ese defecto- - No creo en ellos: porque son los que tienen los brazos cruzados mientras otros lo tienen en cruz. - La resurrección va más allá de si Cristo tenía dos naturalezas y tres voluntades, de todos los dogmas ( Pedro Duque, habló un día de sus clases de religión, pero no entendió demasiado) - Se trata de apostar por: dar a la realidad el sentido de Jesús. Liberar al evangelio de todo lo que nos dificulta comprender y vivir la autenticidad que allí nos dejó Jesús. Así dar el mismo sentido; al empleo del dinero, a la vida de los ricos, al sufrimiento de los pobres, a la belleza, al amor, a la entrega, a los enfermos terminales, el perdón de los enemigos....... hemos creado Dioses y Jesús que se parecen más a la reina de Inglaterra. Fidelidad al Evangelio: también en la Iglesia. - Lutero: no es justo y honesto obrar contra mi conciencia. – por eso hay que pensar mucho y hacer lo que creemos conveniente- - A. Camus: el único problema filosófico serio que la filosofía debe responder es: el suicidio. – cuestión urgente- Nadie puede ser feliz en solitario. Los hombres mueren y no son felices ¿ cómo es eso? 8 Novela el extranjero...) - El Mundo no se detiene. Acusaron a Manu Chao; por dar un concierto el 11 de sept. Y los miles que murieron en Ruanda, Somalia o Nicaragua…. Quien se paró. - Yo no creo en la religión que legitima el dolor y la guerra; Sadam y Bush, Obama y Gadaffi oran al mismo Dios _ para legitimar la guerra_ por favor; el Dios que yo conozco es el Dios que da de comer al hambriento y de beber al sediento, que se rompe la cara por la justicia, amar a los enemigos, el que elige la pobreza al tener, el que trabaja activamente por la paz, etc.... - Nos es Dios de arriba abajo si no el Dios de Jesús. No es el Dios de las ideas platónicas sino el que está en la cruz. A Jesús lo mataron por blasfemo: se paso con Dios. El Dios Omnipotente: si ese es el Dios, Jesús hubiera limpiado a todos los leprosos de palestina, resucitado a todos los muertos, remediado el hambre de toda Galilea, y no lo hizo; y no por falta de misericordia; porque el Dios de Jesús no es el Omnipotente ( de las ideas platónicas), sino el Dios cuya omnipotencia estriba en el amor sin fin, y en su capacidad de sacar bien del mal. El Dios que se identifica con el dolor del mundo, y la desgracia de los miserables. Es la trascendencia entendida desde el Evangelio y nos des la filosofía platónica: hacia arriba. - Por eso el cristianismo no vive de una nostalgia: celebra una presencia. No vivimos de un hecho feliz del pasado, sino la alegría de una presencia. Con la resurrección Cristo no dejó este mundo. La resurrección trajo una visión nueva en la óptica del mundo. Sólo por la fe descubrimos lo recóndito de las cosas, donde ellas se relacionan con Dios y con Cristo. Vivimos realmente; el mundo es una mierda – cadena de favores- no he podido cambiarlo : dice el niño. Le dice el profe; pongo nota por el esfuerzo, no por los resultados. A mi la nota me importan un huevo: comenta el niño-; el objetivo es cambiar el mundo; no sacar sobresaliente en química.... , vete con ÉL, vive como ÉL, corre tras Él. Vive su vida, sé sal y luz, nace otra vez y confía en Él.... como una “luz”. ( Cristología de la luz no de la cruz)

lunes, 4 de abril de 2011

Jn 5,1-16. Martes 5 de abril

Evangelio Después de esto, se celebraba una fiesta de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Junto a la puerta de las Ovejas, en Jerusalén, hay una piscina llamada en hebreo Betsata, que tiene cinco pórticos. Bajo estos pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, paralíticos y lisiados, que esperaban la agitación del agua. . Había allí un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho años. Al verlo tendido, y sabiendo que hacía tanto tiempo que estaba así, Jesús le preguntó: "¿Quieres curarte?". El respondió: "Señor, no tengo a nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; mientras yo voy, otro desciende antes". Jesús le dijo: "Levántate, toma tu camilla y camina". En seguida el hombre se curó, tomó su camilla y empezó a caminar. Era un sábado, y los judíos dijeron entonces al que acababa de ser curado: "Es sábado. No te está permitido llevar tu camilla". El les respondió: "El que me curó me dijo: 'Toma tu camilla y camina'". Ellos le preguntaron: "¿Quién es ese hombre que te dijo: 'Toma tu camilla y camina?'". Pero el enfermo lo ignoraba, porque Jesús había desaparecido entre la multitud que estaba allí. Después, Jesús lo encontró en el Templo y le dijo: "Has sido curado; no vuelvas a pecar, de lo contrario te ocurrirán peores cosas todavía". El hombre fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado. Ellos atacaban a Jesús, porque hacía esas cosas en sábado. EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA: La camilla es el pasado; nuestro pasado. Abandona la camilla y echa a correr, perdonar el camino de la lucha por la verdad y la justicia, luchar por todo lo que esclaviza al hombre. Levántate: sinónimo de libertad. El centro de nuestras preocupaciones no tiene que ser el pecado, sino el sufrimiento del hermano. Así podemos cambiar el mundo. Sabían que somos su esperanza, entre la muerte entre las armas. Somos su esperanza en cualquier cuerpo que se desgarra, Somos su esperanza, su porvenir en quien nos tiende la mano pidiendo ayuda, Somos su esperanza en aquellos que arrastran su camilla. Podrán decir de nosotros: nunca hemos visto cosa igual. Mala señal cuando la palabra de Dios no nos sorprenda, o nos suene a lo de siempre, estaremos paralíticos evangélicamente, que es la peor de las muertes. No en el nombre de al fusca, no. Nosotros no somos muertos vivientes, creemos en el Evangelio y sólo ante él nos doblegamos, jamás lo haremos ante el sábado, nosotros usamos el sábado para brindar… con malas compañías, es una manía que tenemos desde pequeños. P´alante: El verdadero pecado es abandonar al que lleva la camilla del hambre, o al sediento de justicia, no prestar la ayuda al desnudo o al enfermo, al encarcelado o al paralítico por cualquier causa.

domingo, 3 de abril de 2011

Jn 4,43-45.lunes 4 de abril

Evangelio Transcurridos los dos días, Jesús partió hacia Galilea. El mismo había declarado que un profeta no goza de prestigio en su propio pueblo. Pero cuando llegó, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la Pascua; ellos también, en efecto, habían ido a la fiesta. Y fue otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había allí un funcionario real, que tenía su hijo enfermo en Cafarnaún. Cuando supo que Jesús había llegado de Judea y se encontraba en Galilea, fue a verlo y le suplicó que bajara a curar a su hijo moribundo. Jesús le dijo: "Si no ven signos y prodigios, ustedes no creen". El funcionario le respondió: "Señor, baja antes que mi hijo se muera". "Vuelve a tu casa, tu hijo vive", le dijo Jesús. El hombre creyó en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. Mientras descendía, le salieron al encuentro sus servidores y leanunciaron que su hijo vivía. El les preguntó a qué hora se había sentido mejor. "Ayer, a la una de la tarde, se le fue la fiebre", le respondieron. El padre recordó que era la misma hora en que Jesús le había dicho: "Tu hijo vive". Y entonces creyó él y toda su familia. Este fue el segundo signo que hizo Jesús cuando volvió de Judea a Galilea. EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO ES PURA DINAMITA: Buena escuela de enfermería esta de Nazareth: Curar enfermos… es lo más humano, generoso y solidario que podemos hacer. En un mundo enfermo necesitamos cuidados intensivos…Liberar a las personas de lo que las paraliza, les roba la vida y les hace pedazos las esperanza, esa es la misión real de todos nosotros. Aquella enfermedad que hace sufrir, nosotros la compartimos, sanar el cuerpo, antes que el alma… y el cuerpo de todos los que se sienten derrotados, destruidos, el dolor y la angustia son jodidos, no dejan respirar bien, y eso no hay quien lo aguante… por eso está Jesús para poner sus manos generosas al servicio del enfermo. La vida – la realidad- puede ser despiadada…acompañar al que le duele la vida, esa es la misión del cristiano. Toda una semana para demostrar que lo que empezó en Galilea sigue siendo una realidad para la fusca de la vida. P´alante.

viernes, 1 de abril de 2011

FIN DE SEMANA

Sábado, 2 de abril de 2011, Lucas 18, 9-14

EVANGELIO

En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola: - «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: "¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo." El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador." Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

A medida que pasa el tiempo, te vas dando cuenta de que te sientes cada vez “más publicano” y “menos fariseo”. Si te conoces un poquito a ti mismo, te dan pocas ganas de juzgar a los demás, y de sentirte mejor que ellos. Todo lo contrario. Porque da la casualidad de que, experimentando en tu vida el inmenso amor de Dios, experimentas a la vez el poco amor que tú tienes y das a los demás. Si después de caer en la cuenta de todo esto, aún te quedan ganas o fuerzas para juzgar a los otros o sentirte superior, es que no has entendido nada de nada del mensaje evangélico. Por ello, no perdamos más el tiempo y dediquémoslo a lo único importante: a dar y a darte, sin duda, te sentirás enaltecido… ¡y de qué manera!

¡Buen fin de semana!