domingo, 25 de febrero de 2018

Juan 2,13-25. IV de cuaresma. 4 de marzo








 La última viñeta de Forges



Evangelio 


Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén
y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas.
Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas
y dijo a los vendedores de palomas: "Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio".
Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu Casa me consumirá.
Entonces los judíos le preguntaron: "¿Qué signo nos das para obrar así?".
Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar".
Los judíos le dijeron: "Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?".
Pero él se refería al templo de su cuerpo.
Por eso, cuando Jesús resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que había pronunciado.
Mientras estaba en Jerusalén, durante la fiesta de Pascua, muchos creyeron en su Nombre al ver los signos que realizaba.
Pero Jesús no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos
y no necesitaba que lo informaran acerca de nadie: él sabía lo que hay en el interior del hombre.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURADINAMITA:

¡ que quede bien claro! Que la casa es de todos, que la casa de mi padre, es para todos.
                Hay que buscar al Dios de Jesús, acercarnos a la Verdad de la vida, y dar culto sincero y auténtico.
                Somos templos de Dios, no bancos o personas que dan culto al dinero.

Los judíos habían convertido una religión ,su vida, un templo corrompido y también era motivo de opresión. Hoy también traicionamos el mensaje:
-          si vivimos la religión al margen de toda implicación social y política.
-          Vivimos en lo que nos conviene.
-          La empleamos para dar culto a Dios y desentendernos del prójimo.
-          Nos refugiamos huyendo del mundo
-          Negociamos a costa de ella.
-          La empleamos come vara de medir: los nuestros y los otros.
-          Es un seguro en lugar de un reto o una misión.
Hoy como en tiempo de Jesús :
-          no se puede ir en peregrinación al templo y después continuar robando, explotando, calumniando al prójimo.
-          No se puede ser sinceros con Dios, cuando se engaña  a los propios hermanos. Dios no acepta las genuflexiones de quien pisotea la justicia, utiliza la violencia.
-          No se puede ir a la Iglesia para huir de las exigencias éticas más comprometidas, sino para tomar conciencia de las propias responsabilidades.
-          Hoy se condena el templo como refugio. Lo que se desautoriza es el aspecto tranquilizados de las prácticas religiosas.
Hay poca gente feliz. No se puede comprar la felicidad. El dinero abre muchas puertas pero no abre las puertas del corazón, y menos las del corazón de Dios. Si nuestra vida es un mercado, el templo deja de ser un lugar de encuentro con el padre. Como entender algo del amor, la ternura y la acogida... cuando nuestra vida es un negocio.

P´ALANTE


TOMAMOS EL PULSO A LA REALIDAD:

Los putos viejos en pie de guerra
Las pensiones están cayendo para todos, para los heroicos y los burlados. Basta que haya uno que se dé cuenta del birlibirloque para salvar el mundo.
Putos viejos. Los adoro. Los admiro. Los amo. Hoy siembran las calles españolas de furia y de baba y de gritos y de ese 'after shave' de garrafón que gastan, me cago en diez. Miro las imágenes y las disfruto como en una película épica. Las permanentes recias con que esas señoras se adornan la cabeza son esculturas heroicas. Señoras que según el sistema no contribuyeron, como mi abuela, porque solo dedicaron su vida laboral a cocinar gratis, a limpiar los altillos gratis, a fregar el suelo gratis, a lavar la ropa gratis, a planchar la ropa gratis, a cuidar gratis. Señoras que convirtieron el amor, esa materia no monetizable, en trabajo santo y gratuito. Señoras que realizaron toda su vida cálculos matemáticos complejos, operaciones económicas que deberían sonrojar a los economistas pijos, esos que dicen que esto no es sostenible mientras sostienen el pito de la banca. Señoras ignorantes y sencillas que sin embargo consiguieron alargar el sueldo del marido currante hasta el día 30 y todavía mandaron a algún hijo a estudiar.
Aprended de esas señoras, economistas, políticos altivos y despreciables. Aprended de esas señoras a las que habéis condenado mil veces a la precariedad o la ruina y que hoy se levantan con sus maridos para exigiros lo que les corresponde y lo que nos corresponde a todos. Aprended de esas señoras que han soportado la carga que les colgasteis cuando los bancos nos estafaron. Aprended de los putos viejos, que han salvado la vida de millones de familias españolas contra viento y mareos. Vosotros, que presumís de cuadrar las cuentas del mismo país que expoliáis, aprended de esas jodidas señoras cómo sobrevivir a la austeridad. Ellos consiguieron salvar a sus familias con una pensión minúscula. Son ellos quienes deberían ocupar los ministerios de Economía y Hacienda. Ellos, y no vosotros, saben salvar una casa y un país.
Los amo. Los amo de verdad. Mi yayo Juan sorteó las ruinas de la posguerra en una bicicleta y trajo con esa pobre bicicleta la prosperidad a su familia. Mi abuela Pepita convirtió el sueldo miserable de mi abuelo pescador en el sustrato sobre el que mi padre estudió su carrera de biológicas. Ellos son los protagonistas del auténtico milagro económico con que vosotros, miserables, endiosasteis a Rodrigo Rato.
Os voy a decir lo que quiero y que la Fiscalía evalúe si estoy amenazando. Yo quiero que la furia de los jubilados precarios arrase vuestras pensiones vitalicias y, sobre todo, vuestros cargos en consejos de administración de bancos. Quiero que entren como una turba revolucionaria en vuestros despachos y os arranquen los pantalones. Quiero que por el camino arranquen también las puertas giratorias por las que entregáis a la banca el futuro de nuestra generación, que es el presente de la suya.
Cómo no voy a sentir adoración por estos putos viejos. Yo seré un puto viejo, si la vida lo permite, pero estos viejos son mejores que yo. Estos viejos conocieron la posguerra. Trabajaron duro mientras vuestros padres iban en pantuflas, convirtieron la ruina en prosperidad, lucharon a colon partido para que España tuviera pensiones dignas y seguridad social y prestación por desempleo. Vosotros os atribuís el mérito. Ellos son los autores. Millones de viejos vivos y muertos, con su trabajo ciego y constante. Ahora queréis cargaros su obra. Sois la nueva guerra.
Durante años se manifestaron los putos viejos en la puerta de Bankia, que les había robado con las preferentes y ahora ofrece planes privados de pensiones. Cuando yo pasaba por allí y los veía solos y helados con sus pancartas entre el trasiego de la gente ocupada, me acercaba para darles alguna palabra. Sentía vergüenza cuando les hablaba, como la de una adolescente ante su icono pop. La grandeza de esos 20 viejos cabreados me superaba. La grandeza de los viejos de hoy, sencillamente, me mata.
Y sé que hay otros viejos, más cansados, a los que habéis conseguido engañar. Les habéis metido vuestra propaganda hasta en el vaso donde dejan la dentadura postiza. Les habéis hecho creer que sois vosotros, ralea ladrona, quienes los defienden de los bárbaros que golpean las murallas. Bien: para esos viejos también lanzo mi apoyo. Las pensiones están cayendo para todos, para los heroicos y los burlados. Basta que haya uno que se dé cuenta del birlibirloque para salvar el mundo.
Sois mis héroes, y cuando sea mayor, espero convertirme en puto viejo yo también.


Por si apetece orar:
-                         Jugando al escondite:
Pensando estaba cuando pasó por allí cerca el demonio. Entonces, Dios pensó: "¡Esta es la mía! ¡Seguro que él me dice dónde tengo que esconderme para que no me encuentre el hombre!" Así fue como se dirigió al demonio y éste, después de pensar durante unos segundos le dijo: "Escóndete en el corazón de cada persona. Seguro que es el último lugar donde se les ocurre ir a buscarte"
Es posible, quien sabe, que muchas personas de aquel tiempo buscasen a Dios en todos los sitios menos dentro de su corazón; es posible que muchos se preocupasen por el cumplimiento de ritos externos y no pusiesen el mismo esmero por convertir su corazón... Pero también es posible que hoy en día muchos de los que nos llamamos creyentes sigamos viviendo una fe que no se plantea la conversión profunda del corazón. Sin conversión profunda no podemos ver el templo de Dios ( la persona) , sino que la utilizamos .

NOTA MENTAL TRANSITORIA:


Desplumados

Ya os hablé hace poco de las semejanzas entre políticos y desplumar gallinas….
Los señores del congreso de los imputados… ( Riverita, Rajoypantallaplana, el de la coleta, el pijosocialisto, ….)  están desplumando con toda impunidad a las gallinas, vestidos de traje y corbata, o con coleta, la misma mierda son. Si les hicieran un test de inteligencia, daría: “casi”.
Estos días hemos visto como nuestros mandamases de pacotilla, depravados, se dedican a desplumar a los mayores de nuestra sociedad. Es legítimo que la administración se dedique a desplumar, es legal, siempre los fuertes han podido desplumar a los débiles, a veces con maneras refinadas, y si fallan…. Pues a lo bestia.
Los mayores son el centro y no el margen…una sociedad que no cuida a sus mayores, es una patética sociedad, y los que la dirigen, aquellos que gobiernan, cuya síntesis biográfica se puede resumir como MIERDA, no merecen ningún respeto.
Ojalá les paguen con lo que más les duele; los votos. Que no son pocos los pensionistas. ¡¡ que se jodan!!

Mande quien mande, cartucho en el cañón.

lunes, 19 de febrero de 2018

Marcos 9,2-10. II de cuaresma. 25 de febrero

Resultado de imagen de donde esta la pobreza



Evangelio
Seis días después, Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos.
Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas.
Y se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Pedro dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías".
Pedro no sabía qué decir, porque estaban llenos de temor.
Entonces una nube los cubrió con su sombra, y salió de ella una voz: "Este es mi Hijo muy querido, escúchenlo".
De pronto miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo con ellos.
Mientras bajaban del monte, Jesús les prohibió contar lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.
Ellos cumplieron esta orden, pero se preguntaban qué significaría "resucitar de entre los muertos".

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

El evangelio de hoy refleja muy bien lo que tiene que ser nuestra vida: ( cuatro momentos):
-          suben a la montaña: no es fácil, muchos se quedan en el llano mirando como otros suben, otros se rinden a media montaña, y sólo los decididos, aquellos que quieren encontrarse cara a cara con Dios: llegan a la cumbre.
-          Encuentro personal con Dios: es un encuentro personal, no hay ritos, no hay protocolos, simplemente hay unión de corazones.
-          Dios confía una misión; por medio de Jesús, el seguimiento del Hijo amado.
-          Y el retorno a la tierra: no quedarnos parados, sino bajar a la tierra de todos los días, y aceptar la misión en el mundo. Los apóstoles quieren instalarse en el Tabor ( tenían miedo, querían quedarse en el llano, en lo fácil) pero el Tabor no es nada sin el calvario.
Urge que bajemos de la montaña:
-          cómo vamos a ser capaz de dar misericordia, si nunca hemos ejercitado la compasión, si nunca hemos llorado con el amigo.
-          Cómo vamos a pasar por esta vida haciendo el bien; curando los dolores de los hermanos y llevando libertad a los oprimidos; si nuestra mano nunca ha temblado con el dolor del hermano.
-          Cómo vas a ser esperanza para el mundo, sino has conocido de cerca la amargura de los que viven crucificados.
-          Cómo vas amar, si jamás has estado enamorado, porque estás demasiado ocupado en abrazar la seguridad del amor propio.
P´alante

POR SI APETECE ORAR:
Jesús, nos compadecemos de la gente
Cuyos rostros no conocemos, nosotros,
Rostros que lloran sobre ataúdes,
Rostros que miran a través de barrotes,
Rostros de niños inocentes en peligro,
Rostros ancianos amasados por la paciencia.

Líbranos del orgullo de haber triunfado en la vida,
Para que no inclinemos hacia aquellos
Que nos imploran en su necesidad.
Líbranos de preocuparnos de nosotros mismos,
Para que nos ocupemos de nuestros prójimos lejanos y cercanos.

Despierta nuestra amabilidad,
Ábrenos al gran círculo de la humanidad.
No dejes que  nos quedemos en el placentero tabor
Abandonando el calvario de los que  lloran a nuestro lado.
Y con todos aquellos que bajaron de la montaña y se comprometieron con su vida.

TOMAMOS EL PULSO A LA REALIDAD:


NOTA MENTAL TRANSITORIA:
EL BUSCADOR, un cuento de Jorge Bucay
Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador. Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco es alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.
Un día nuestro Buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos, divisó Kammir a lo lejos, pero un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. Estaba rodeaba por completo por una especie de valla pequeña de madera lustrada, y una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar.
El Buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como por azar entre los árboles. Dejó que sus ojos, que eran los de un buscador, pasearan por el lugar… y quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción? Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días? Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, y sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar?
Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Al acercarse a leerla, descifró: Lamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas. El buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar.
El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.
– No, ningún familiar? dijo el buscador – Pero… ¿qué pasa con este pueblo? ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de niños?
El anciano cuidador sonrió y dijo:
“Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré… Cuando un joven cumple quince años, sus padres le regalan una libreta, como ésta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de entonces, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abra la libreta y anote en ella: a la izquierda, qué fue lo disfrutado, a la derecha, cuánto tiempo duró ese gozo. ¿Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla? ¿Una semana, dos? ¿Tres semanas y media? ¿Y después?, la emoción del primer beso, ¿cuánto duró? ¿El minuto y medio del beso? ¿Dos días? ¿Una semana?
¿Y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? ¿Y el casamiento de los amigos? ¿Y el viaje más deseado? ¿Y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano? ¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?, ¿horas?, ¿días?
Así vamos anotando en la libreta cada momento, cada gozo, cada sentimiento pleno e intenso… Y cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ése es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.”

MANDE QUIEN MANDE, CARTUCHO EN EL CAÑÓN.