Evangelio
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña
de Judá.
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e
Isabel, llena del Espíritu Santo,
exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto
de tu vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?
Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.
Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte
del Señor".
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Las
señales de Dios tienen que ver mucho con la debilidad. Pocas veces Dios tiene
que ver con la majestuosidad y realezas de nuestras acciones. De hecho en las
lecturas de hoy el signo es una mujer embarazada, y un niño.
Dios se hace presente de esa forma; lo más bello y más auténtico del mundo.
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Ahora la
pregunta es: ¿creemos en Dios? ¿creemos en el Dios que se ha encarnado? Porque
si creemos en él, quiere decir que creemos en el Dios que ha querido compartir
nuestra indigencia, entonces por qué falta solidaridad y compromiso
cercano, creemos en el Dios encarnado es lo mismo que decir que Dios está cerca
de ti, dentro de ti; entonces por qué seguimos presentando a un Dios que es rival del hombre, que
Dios nos exige ponernos de rodillas ante él, o que nos quita la
libertad. Si nace en un pesebre y vive con los pobres y camina con
sandalias; como orientar ahora nuestras creencias hacia palacios, en medio
de grandes celebraciones majestuosas, en el derroche y el poder, en la
imposición y el dogmatismo.
El desafío y el reto de vivir
una vida plena y auténtica de la mano del evangelio está lanzado….. en un
pesebre y un niño de nazareth. Pero con una certeza: Dios esta enamorado
de nosotros, jamás ha sido un rival.
Las luces y las estrellas de estos días te dirán que es
navidad, pero los pobres y los sin voz te marcarán el camino por donde debes
ir. P´alante
REFLEXIÓN:
Señor, en la vida no hay nada fácil.
Fácil es ocupar un lugar en una agenda telefónica.
Difícil es ocupar el corazón de alguien...
Fácil es herir a quien nos ama. Difícil es curar esa herida...
Fácil es dictar reglas. Difícil es seguirlas...
Fácil es soñar todas las noches. Difícil es luchar por un sueño...
Fácil es exhibir la victoria. Difícil es asumir la derrota con dignidad...
Fácil es admirar una luna llena. Difícil es ver su otra cara...
Fácil es tropezar en una piedra. Difícil es levantarte...
Fácil es disfrutar la vida todos los días. Difícil es darle el verdadero
valor...
Fácil es prometerle a alguien algo. Difícil es cumplirle esa promesa...
Fácil es criticar a los demás. Difícil es mejorar uno mismo...
Fácil es cometer errores. Difícil es aprender de ellos...
Fácil es pensar en mejorar. Difícil es dejar de pensarlo y solamente hacerlo...
Fácil es llamarnos católicos Difícil es conocer a Jesús en la calle o en la
antesala de una casa de Sida.
Fácil es tener un trabajo o dar una clase. Difícil
es no tener nada y dormir a la intemperie y con mucho miedo
En fin Señor, Tú y tu madre lo tuvisteis muy difícil
y , sin embargo, seguisteis caminando hasta al final.
Danos a nosotros en estas navidades un corazón
grande para no desanimarnos nunca y para esperar siempre en ti .
TOMAMOS EL PULSO A LA REALIDAD:
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un niño regordete en el pesebre; por qué no un
enfermo, un negrito, un marginado, un niño necesitado.... belenes donde se
desborda la generosidad, belleza, paz, armonía, también despilfarro... cuando
en nuestro mundo no existe nada de eso.