lunes, 24 de abril de 2017

Lucas 24,13-35. domingo III Pascua. día 30 de abril



Evangelio
Ese mismo día, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo llamado Emaús, situado a unos diez kilómetros de Jerusalén.
En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido.
Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos.
Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran.
El les dijo: "¿Qué comentaban por el camino?". Ellos se detuvieron, con el semblante triste,
y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: "¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en estos días!".
"¿Qué cosa?", les preguntó. Ellos respondieron: "Lo referente a Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo,
y cómo nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado a muerte y lo crucificaron.
Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel. Pero a todo esto ya van tres días que sucedieron estas cosas.
Es verdad que algunas mujeres que están con nosotros nos han desconcertado: ellas fueron de madrugada al sepulcro
y al no hallar el cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se les habían aparecido unos ángeles, asegurándoles que él está vivo.
Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como las mujeres habían dicho. Pero a él no lo vieron".
Jesús les dijo: "¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas!
¿No era necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?"
Y comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas, les interpretó en todas las Escrituras lo que se refería a él.
Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante.
Pero ellos le insistieron: "Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba". El entró y se quedó con ellos.
Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se lo dio.
Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero él había desaparecido de su vista.
Y se decían: "¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?".
En ese mismo momento, se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás que estaban con ellos,
y estos les dijeron: "Es verdad, ¡el Señor ha resucitado y se apareció a Simón!".
Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

Si tuviera que resumir las lectura de hoy lo expresaría en estas tres ideas: Una queja; una catequesis, unos consejos.
"Nosotros esperábamos..."
Uno acaba por convencerse de que quizá en ese lamentable "esperábamos" más que una frustración de la esperanza hay y sigue habiendo una profunda desilusión, una autoconfesión de nuestro propio fracaso, de nuestra evasión.
Jesús a los discípulos de Emaus les da una catequesis de cómo evangelizar. Veámoslo porque se ha dicho que la evangelización es hoy la tarea primordial de la Iglesia. Interesa ver cómo lo hace Jesús.
Unos consejos para caminar...
-Déjate acompañar por quienes andando por el mismo camino permiten que se te aclare tu corazón.
Que la Palabra de Dios (la escrita y la vivida día a día en la vida) se adentre en ti e ilumine tu compromiso y te haga feliz
-Comparte con los hombres tu vida y tus bienes. Sé humano, hospitalario, comunica lo que tienes y eres. "¡Quédate!"
-Haz que la Eucaristía sea una verdadera comunidad de fe y de mesa.
-Termina rehaciendo el camino: es bueno reconocer los errores. Aprender del fracaso. Volver como testigo de esperanza a una comunidad que necesita del signo renovado que tú eres. Evangeliza como testigo de la Resurrección.
-. No caigas en la enorme tentación de cuadricular la Fe y la Esperanza. De hacer un Dios a tu imagen y semejanza. De manipular a nuestro antojo el Misterio. De escamotear farisaica y piadosamente la palabra de Jesús de Nazaret.
P´ADELANTE

TOMAMOS EL PULSO A LA REALIDAD:



NOTA MENTAL TRANSITORIA:

Dimite la condesita de Madrid entre lágrimas y al grito de: ME SIENTO ENGAÑADA Y TRAICIONADA. No puedo con tanta pena, a mi también me afloran las lágrimas pero de risa…. Condesita, tú  eres un engaño con patas y has llevado la bandera de la traición por montera.  Eres una vendedora de humo, y cuando te sientes acorralada pataleas, como única solución para los cínicos, mediocres y cobardes como tú. Eres una mala hierba, con una mala conciencia y una pésima historia.
Condensita de Madrid, tanta paz lleves como descanso dejas. Como no espero nada de los jueces y la justicia de este País de pandereta, lo único que pido es que pruebes de tu propia medicina.

POEMA AL POLÍTICO CORRUPTO

Simpático galán,
de fácil habla
sonrisa eterna
y gracia innata.

Cautivador de masas,
con estrategia plena.
Cazador de intenciones,
con falsas promesas.

Defensor a ultranza de derechos ajenos,
defensor a ultranza de la gran democracia.
Pacta con el diablo y con el angel,
con el vivo y con el muerto.
Pero con quien verdaderamente pacta,
es con Don puchero.

Sus intereses prevalecen,
su cargo innegociable,
su honor nunca en duda.
Un truhán con sonrisa,
lleno de intenciones
falso en sus convicciones.

Si puede en el anonimato se enriquece,
si puede hunde al oponente,
si puede mata al adversario.

Cuando le roza el escándalo,
su defensa a ultranza por bandera.
Siempre hábil en su inocencia,
siempre limpio,
sino para que...

Y así entre promesas y promesas,
pobre pueblo desdichado.
Asciende lo que puede,
su vida resuelve llena de cargos y algun que otro puchero,
que para eso,
ya hay corderos...

Un buen guiso de votos de cordero,
para poder llenar el puchero,
para ti mismo,
y nada para el pobre, pueblo.

Mande quien mande, cartucho en  el cañón.

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