domingo, 15 de octubre de 2017

Mateo 22,15-21. domingo XXIX Ordinaro. 22 de octubre



Evangelio 
Los fariseos se reunieron entonces para sorprender a Jesús en alguna de sus afirmaciones.
Y le enviaron a varios discípulos con unos herodianos, para decirle: "Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios, sin tener en cuenta la condición de las personas, porque tú no te fijas en la categoría de nadie.
Dinos qué te parece: ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no?".
Pero Jesús, conociendo su malicia, les dijo: "Hipócritas, ¿por qué me tienden una trampa?
Muéstrenme la moneda con que pagan el impuesto". Ellos le presentaron un denario.
Y él les preguntó: "¿De quién es esta figura y esta inscripción?".
Le respondieron: "Del César". Jesús les dijo: "Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios".

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

“Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Parece que deja claro lo que es y no es del César, pero no parece ayudar del mismo modo a clarificar lo que es de Dios.
            Lo que es de Dios no es, ciertamente, el templo o los lugares sagrados, no los objetos religiosos, ni las ceremonias litúrgicas, ni los ornamentos sagrados... todo esto merece un respeto por su función, pero son los hombres los que deciden destinarlo a eso. No Dios.
            Para un cristiano, un creyente, lo que es indiscutible de Dios es la dignidad del hombre y la mujer, y también sus derechos. Lo que sí es de Dios es el anciano abandonado, el hambre de los que no tienen pan, las lágrimas de los que sufren, la persecución de que son objeto los que luchan por la justicia, los pies cansados de los  emigrantes…….
El césar y Dios no son autoridades de rango semejante. Aunque en el mundo muchos césares de colores diferentes se han autoproclamado dioses dispensadores de justicia a su antojo por todos los rincones del mundo, lamentablemente.
No podemos dejarnos robar nuestra conciencia y nuestra libertad por ningún poder. Debemos cumplir con nuestro deber de ciudadano, pero no dejarnos modelar, dirigir y manipular por ningún poder.

Mande quien mane, cartucho en el cañón.
P´alante

POR SI APETECE ORAR:

Dame fuerzas para soportar las adversidades
Para no flaquear en la lucha
Para no creer haber llegado y saberlas todas.
Dame fuerzas para aprender siempre del otro
Para abrir los oídos y el corazón
Para cambiar y perdurar en el camino.
Dame fuerzas para vivir con sentido
Para vivir como pienso para pensar como vivo.
Dame fuerzas para creer en la verdad
Para buscar la verdad, para luchar por la verdad.
Dame fuerzas para cambiar mi camino si hace falta,
Para abrir caminos nuevos.
Dame fuerzas para dar siempre más
Para entregar siempre lo máximo, para pensar siempre lo mejor.
Dame fuerzas para no comparar ni compararme
Para comprender antes que ser comprendido
Para escuchar antes que ser escuchado.
Dame fuerzas para no bajar los brazos,
Para contagiar entusiasmo, para acompañar sin descanso.
Dame fuerzas para animar a mis compañeros
Para encender la esperanza
Para tender la mano al otro.
Dame fuerzas para decir lo que creo, para creer lo que pienso
Para vivir lo que creo.

UN BRINDIS POR TODOS LOS MISIONEROS ....
 
TOMAMOS EL PULSO A LA REALIDAD:



NOTA MENTAL TRANSITORIA:

Conciencia Burguesa:
Se trata de la codicia y el afán de dinero, quiere seguridad, y sobre todo que le mantengan alejado del populacho indeseable. Les encanta las empresas de alarmas y seguridad, para guardar su caja de caudales.  La burguesía es la dueña y señora, los demás debemos resignarnos. Lo curioso es que han vendido la milonga de que Dios siempre quiso que hubiera ricos y pobres, y lo que es peor, que los pobres estuvieran al servicio de los ricos.
…..
Y así estamos; desde el siglo XVIII, justificando la desigualdad, que se concreta en desigualdad de derechos y poderes, muchas veces en nombre de Dios. Ricos y pobres, dominadores y dominantes, dignos e indignos, decentes e indecentes… y que las cosas sigan como el egoísmo  humano prepotente lo ha organizado. Mientras tanto; nos distraemos jugando  a diversión con banderas… mientras nos comen la tostada.

Mande quien mande, cartucho en el cañón.

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