EVANGELIO
Después llegaron a Jericó. Cuando Jesús salía de allí, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud, el hijo de Timeo -Bartimeo, un mendigo ciego- estaba sentado junto al camino.
Al enterarse de que pasaba Jesús, el Nazareno, se puso a gritar: "¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!".
Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: "¡Hijo de David, ten piedad de mí!".
Jesús se detuvo y dijo: "Llámenlo". Entonces llamaron al ciego y le dijeron: "¡Animo, levántate! El te llama".
Y el ciego, arrojando su manto, se puso de pie de un salto y fue hacia él.
Jesús le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?". El le respondió: "Maestro, que yo pueda ver".
Jesús le dijo: "Vete, tu fe te ha salvado". En seguida comenzó a ver y lo siguió por el camino.
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO ES PURA DINAMITA
En tiempos de farándula política donde unos
proponen el oro y el moro, y otros se justifican y buscan el milagro de la
redención ciudadana ante tantos atropellos…en tiempos de pocas luces, pero de
mucho precio de la luz….en tiempos de decepciones y lamentos, de banderas que
se venden y se manchan….de nuevo el Evangelio emerge como única bandera digna y
limpia por la que luchar y dejarse lo mejor de nosotros mismos en su defensa…y
hoy se nos presenta con un significado y una actualidad tumbativas. El grito
del ciego Bartimeo, es el grito de tantos desheredados de la tierra que claman
una solución justa y digna para sus vidas. Desde el norte hasta el sur, pasando
por el este y el oeste, es inmensa la cantidad de seres humanos que malviven,
que mueren de las formas más inhumanas posibles y que piden, como el
protagonista de hoy que tengamos piedad de ellas. No tenemos la solución a
todos los males, ni podemos ser los salvadores de la patria, pero sí que está
en nuestras manos el poner un poco que a otros se les multiplicara en mucho.
Son muchas las instituciones, fundaciones, obras de la Iglesia, ONG,s que están
trabajando y dando motivos para creer que el mundo puede cambiar, y ser mejor.
Seguro que en mucha de ellas
participamos y colaboramos, pero el grito del tantos ciegos, hoy se dirige a
nuestro corazón, a veces cansado de luchar y caminar, a ese corazón que late
por los mejores valores posibles, que son los del profeta de Nazaret. Qué hago
yo para poder decir que estoy contribuyendo a dar calor al mundo??...y que lo
hago fundamentado, además, no en una teoría filosófica, ni en un momento de
euforia mística…sino enraizado en el Evangelio, como Buena Noticia para todos. Es momento de animarse y levantarse, porque
como al ciego Bartimeo, Jesús nos llama a globalizar el amor, a festejar la
amistad, a construir puentes de solidaridad, en definitiva, a seguirle desde la
entrega generosa a los demás, aunque sea poco, aunque no parezca gran cosa….lo
nuestro es sumar, nunca restar.
Os dejo varios ejemplos concretos, de personas que
luchan por hacer un mundo mejor desde sus posibilidades y propuestas. El
primero, un grupo de jóvenes, hasta arriba de ocupaciones, trabajos, estudios,
etc…que llevan preparando una jornada solidaria desde hace unos días y lo hacen
porque se comprometen desde su fe y solidaridad:
http://colegiovaldeluz.es/partidos-pro-tole-25-de-octubre/
Kike Figaredo, el “obispo delas sillas de ruedas”:
Santiago Agrelo, un obispo franciscano en Tánger:
El Evangelio del AMOR..nos empuja..Estamos en deuda con la vida por todo lo que nos hace sentir...
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