lunes, 18 de enero de 2016

Lucas 1,1-4.4,14-21. DOMINGO III ORDINARIO. 24 DE ENERO.



Evangelio
Muchos han tratado de relatar ordenadamente los acontecimientos que se cumplieron entre nosotros,
tal como nos fueron transmitidos por aquellos que han sido desde el comienzo testigos oculares y servidores de la Palabra.
Por eso, después de informarme cuidadosamente de todo desde los orígenes, yo también he decidido escribir para ti, excelentísimo Teófilo, un relato ordenado,
a fin de que conozcas bien la solidez de las enseñanzas que has recibido.
Jesús volvió a Galilea con el poder el Espíritu y su fama se extendió en toda la región.
Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan.
Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura.
Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. El me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos
y proclamar un año de gracia del Señor.
Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él.
Entonces comenzó a decirles: "Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír".

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:




 A veces me preguntan: ¿ quién es pobre?, siempre contesto lo mismo: el que carece de algo…. Quien más carece, más pobre. El Evangelio no es un papel viejo, no es nada neutral, ni tampoco indiferente, es jodidamente radical:


-          dar la buena noticia a los pobres,
-          anunciar la libertad a los oprimidos
-          dar a los ciegos la vista


Dios no es neutral, ante un mundo desgarrado por las injusticias de los hombres. No podemos tomar en serio a Dios sin creer en el hombre y la mujer de nuestro tiempo; no podemos hacer bien a Dios si no es amando al hombre y la mujer de nuestro tiempo, No podemos hacer bien al hombre, si tomar en serio a los más pequeños y oprimidos.

Es hora de optar por el Dios de Jesús: el Dios que libera a los oprimidos, trae justicia a los pobres, y paz a los pueblos. ¿horizonte utópico? Suelen pensar los de siempre, ( los que están arriba), y que se espera de la Iglesia me preguntó yo cada día: sino que sea utopía; una Iglesia que puesta al servicio del Evangelio, sea testimonio comunitario de esperanza para el mundo.

Hoy se cumple esta escritura, y el programa de Jesús para todos los cristianos es: ponte en pie de nuevo y sigue caminando. P´alante


TOMAMOS EL PULSO A LA REALIDAD:




PARA LA ORACIÓN PERSONAL:


Ayúdanos Padre Bueno, a confiar sin recelos en ti,
Mirando la vida con tus mismos ojos.
            En Jesús, presente entre nosotros, vemos el camino, aunque nos cuesta caminar, no cederemos a la rutina, el cansancio, o el egoísmo. Jesús, si que puso la vida al servicio de los otros, denunciando sin miedo la injusticia y anunciando la Buena noticia.
¿ Quién da la Bueno noticia a los pobres en el 2016?
¿ Quién anuncia a los presos la libertad?
¿ Quién da a los ciegos la vista?
Hoy se cumple la escritura,
Cristo sólo tiene nuestras manos y nuestros pies,
Nuestra voz y nuestro corazón.
Invita a tu mesa a los pobres y tullidos
Y tu nombre estará en el libro de la vida.
Haz Señor que nuestra vida esté unida a la de quienes desean caminar en tu luz y siguen el la lucha por el Evangelio.


¿QUEDA ALGO POR DECIR?

Amar al prójimo:

tomemos la imagen de un niño que juega a la pelota: cuando la tira al aire, cae nuevamente a la tierra y cuando la pelota golpea sobre la tierra, rebota siempre.  Así sucede con nuestra relación con Dios.  Cuando buscamos a Dios, y queremos que nos ilumine con su Palabra, nos trae siempre a tierra para que pisemos sobre nuestra realidad, y cuando queremos conocer un poco mejor a los hombres, somos enviados siempre hacia Dios.  Como todo juego, no podemos jugar bien si no aceptamos sus reglas, es decir, un ir y venir permanente entre Dios y los hombres. 

Creados del polvo de la tierra, por inspiración divina, somos la manifestación del proyecto de Dios.  En todo momento, en todo lugar, nuestra búsqueda del prójimo debería ser siempre la oportunidad de revelar la imagen de Dios y nuestra semejanza a Dios, es decir, mostrar bondad, no a través de nuestras obras caritativas, tampoco esperando nos agradezcan, sino solamente porque Dios es bueno, y si Dios es bueno, entonces la imagen de Dios que somos, debería ser ¡solamente buena!

Este es el desafío que Dios nos lanza, el problema del prójimo que nos revela.  Y ante esta situación nos encontramos delante de un espejo no para mirarnos ni admirarnos, sino para saber cuan capaces somos de reflejar la imagen de Dios nuestro creador. 

Si no hacemos nada, ninguna imagen aparecerá.  Si hacemos algo, solo por hacer algo, tampoco reflejara el proyecto de Dios. 

Jesús nos invita y nos incita a actuar: Ve y haz tú lo mismo.


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