Evangelio
Muchos han tratado de relatar ordenadamente los acontecimientos que se cumplieron entre nosotros,
tal como nos fueron transmitidos por aquellos que han sido desde el comienzo testigos oculares y servidores de la Palabra.
Por eso, después de informarme cuidadosamente de todo desde los orígenes, yo también he decidido escribir para ti, excelentísimo Teófilo, un relato ordenado,
a fin de que conozcas bien la solidez de las enseñanzas que has recibido.
Jesús volvió a Galilea con el poder el Espíritu y su fama se extendió en toda la región.
Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan.
Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura.
Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. El me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos
y proclamar un año de gracia del Señor.
Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él.
Entonces comenzó a decirles: "Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír".
Muchos han tratado de relatar ordenadamente los acontecimientos que se cumplieron entre nosotros,
tal como nos fueron transmitidos por aquellos que han sido desde el comienzo testigos oculares y servidores de la Palabra.
Por eso, después de informarme cuidadosamente de todo desde los orígenes, yo también he decidido escribir para ti, excelentísimo Teófilo, un relato ordenado,
a fin de que conozcas bien la solidez de las enseñanzas que has recibido.
Jesús volvió a Galilea con el poder el Espíritu y su fama se extendió en toda la región.
Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan.
Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura.
Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. El me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos
y proclamar un año de gracia del Señor.
Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él.
Entonces comenzó a decirles: "Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír".
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
A veces me preguntan:
¿ quién es pobre?, siempre contesto lo mismo: el que carece de algo…. Quien más
carece, más pobre. El Evangelio no es un papel viejo, no es nada neutral, ni
tampoco indiferente, es jodidamente radical:
-
dar la buena noticia a los pobres,
-
anunciar la libertad a los oprimidos
-
dar a los ciegos la vista
Dios no es neutral, ante un mundo desgarrado por las
injusticias de los hombres. No podemos tomar en serio a Dios sin creer en el
hombre y la mujer de nuestro tiempo; no podemos hacer bien a Dios si no es
amando al hombre y la mujer de nuestro tiempo, No podemos hacer bien al hombre,
si tomar en serio a los más pequeños y oprimidos.
Es hora de optar por el Dios de Jesús: el Dios que libera a
los oprimidos, trae justicia a los pobres, y paz a los pueblos. ¿horizonte
utópico? Suelen pensar los de siempre, ( los que están arriba), y que se espera
de la Iglesia me preguntó yo cada día: sino que sea utopía; una Iglesia que
puesta al servicio del Evangelio, sea testimonio comunitario de esperanza para
el mundo.
Hoy se cumple esta escritura, y el programa de Jesús para
todos los cristianos es: ponte en pie de nuevo y sigue caminando. P´alante
TOMAMOS EL PULSO A LA REALIDAD:
PARA LA ORACIÓN PERSONAL:
Ayúdanos Padre
Bueno, a confiar sin recelos en ti,
Mirando la
vida con tus mismos ojos.
En Jesús, presente entre nosotros,
vemos el camino, aunque nos cuesta caminar, no cederemos a la rutina, el
cansancio, o el egoísmo. Jesús, si que puso la vida al servicio de los otros,
denunciando sin miedo la injusticia y anunciando la Buena noticia.
¿ Quién da la
Bueno noticia a los pobres en el 2016?
¿ Quién
anuncia a los presos la libertad?
¿ Quién da a
los ciegos la vista?
Hoy se cumple
la escritura,
Cristo sólo
tiene nuestras manos y nuestros pies,
Nuestra voz y
nuestro corazón.
Invita a tu
mesa a los pobres y tullidos
Y tu nombre
estará en el libro de la vida.
Haz Señor que
nuestra vida esté unida a la de quienes desean caminar en tu luz y siguen el la
lucha por el Evangelio.
¿QUEDA ALGO POR DECIR?
Amar al prójimo:
tomemos la imagen de un niño que juega a la pelota:
cuando la tira al aire, cae nuevamente a la tierra y cuando la pelota golpea
sobre la tierra, rebota siempre. Así
sucede con nuestra relación con Dios.
Cuando buscamos a Dios, y queremos que nos ilumine con su Palabra, nos
trae siempre a tierra para que pisemos sobre nuestra realidad, y cuando
queremos conocer un poco mejor a los hombres, somos enviados siempre hacia
Dios. Como todo juego, no podemos jugar
bien si no aceptamos sus reglas, es decir, un ir y venir permanente entre Dios
y los hombres.
Creados del polvo de la tierra, por inspiración
divina, somos la manifestación del proyecto de Dios. En todo momento, en todo lugar, nuestra búsqueda
del prójimo debería ser siempre la oportunidad de revelar la imagen de Dios y
nuestra semejanza a Dios, es decir, mostrar bondad, no a través de nuestras
obras caritativas, tampoco esperando nos agradezcan, sino solamente porque Dios
es bueno, y si Dios es bueno, entonces la imagen de Dios que somos, debería ser
¡solamente buena!
Este es el desafío que Dios nos lanza, el problema
del prójimo que nos revela. Y ante esta
situación nos encontramos delante de un espejo no para mirarnos ni admirarnos,
sino para saber cuan capaces somos de reflejar la imagen de Dios nuestro
creador.
Si no hacemos nada, ninguna imagen aparecerá. Si hacemos algo, solo por hacer algo, tampoco
reflejara el proyecto de Dios.
Jesús nos invita y nos incita a actuar: Ve y haz tú lo mismo.
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