Evangelio
Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo.
Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella.
A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre;
pero la madre dijo: "No, debe llamarse Juan".
Ellos le decían: "No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre".
Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran.
Este pidió una pizarra y escribió: "Su nombre es Juan". Todos quedaron admirados.
Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios.
Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea.
Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: "¿Qué llegará a ser este niño?". Porque la mano del Señor estaba con él.
El niño iba creciendo y se fortalecía en su espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que se
Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo.
Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella.
A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre;
pero la madre dijo: "No, debe llamarse Juan".
Ellos le decían: "No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre".
Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran.
Este pidió una pizarra y escribió: "Su nombre es Juan". Todos quedaron admirados.
Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios.
Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea.
Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: "¿Qué llegará a ser este niño?". Porque la mano del Señor estaba con él.
El niño iba creciendo y se fortalecía en su espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que se
manifestó a Israel
EL EVANGELIO NO ES UN
SOMNIFERO, ES PURA DINTAMITA:
Hay jugadores( de fútbol) de dibujos animados porque tienen
una calidad impresionante. Están en el sitio justo, en el momento oportuno,
para hacer lo que todos esperan de él, abrir huecos, preparar el camino, quitar
obstáculos, encender luces, pues ese es JUAN EL BAUTISTA.
Recordar amigos:
Que el caminante: - caminante en el desierto-
NO VENDE, OFRECE
NO PREDICA, EXPLICA
NO JUEGA, SE LA JUEGAN
NO EXPLOTAN, SIEMBRAN
NO CASTIGAN, LIBERAN
NO COBRAN, COMPARTEN
NO ASUSTAN, CONSUELAN
NO SE MARCHAN, SIGUEN CAMINANDO
NO OLVIDAN, AMAN.
Queréis un ejemplo de vida; JUAN BAUTISTA, jamás
encontraremos un hombre más grande y más auténtico. Su lema: soy la voz. LA VOZ
QUE GRITA Y EMPEZAR A CAMINAR. Siempre en marcha, siempre p´alante, ni un paso
atrás. Con una bandera: humildad.
POR SI APETECE ORAR:
Moría
la noche, palidecían las estrellas.
De repente, la piedra filosofal de la luz matutina
lo tiñó todo de oro.
De repente, la piedra filosofal de la luz matutina
lo tiñó todo de oro.
Un
clamoreo corrió de boca en boca:
¡El Heraldo! ¡El Heraldo!
¡El Heraldo! ¡El Heraldo!
Bajé
la cabeza y pregunté: "¿Viene ya?"
De
todas partes parece que estallaba
el "¡sí!" de la respuesta.
el "¡sí!" de la respuesta.
El
Pensamiento, atormentado, decía:
"¡No
está todavía la cúpula de mi palacio!
¡Nada está en regla!"
¡Nada está en regla!"
Vino
una voz del cielo: "¡Derriba tu palacio!"
-
"¿Por qué?" - preguntó el Pensamiento.
-
"Porque hoy es el día del Advenimiento,
y tu palacio estorba el paso".
y tu palacio estorba el paso".
R. TAGORE
TOMAOS EL PULSO A LA REALIDAD:
http://notasdeextramuros.tumblr.com/post/174856026002/fascismo-normalizado-en-una-europa-a-la-deriva
NOTA MENTAL TRANSITORIA:
Y cuando llega la hora del testamento, es a Sancho al primero que nombra y al que da
sus dineros. Podría haberse contentado y conformado, pero lo que dice Sancho es
para meditarlo despacio:
“¡Ay! : no se me muera vuestra merced, señor mío, sino tome
mi consejo, y viva muchos años, porque la mayor locura que puede hacer un
hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni
otras manos le acaben que las de la melancolía. Mire no sea perezoso, sino levántese
de esa cama, y vámonos al campo vestidos de pastores, donde tenemos concertado”.’
El amor del compañero. Del que camina contigo.
ResponderEliminarSi caminas conmigo dónde estás que no te veo y apenas te siento a mi lado.
EliminarNo querer que mueras nunca.(amistad)
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