Evangelio
25«Habrá
señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de
las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas,26muriéndose los
hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo;
porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas.27Y entonces verán venir al
Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria.28Cuando empiecen a suceder
estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra
liberación.»34«Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el
libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la vida, y venga
aquel Día de improviso sobre vosotros,35como un lazo; porque vendrá sobre todos
los que habitan toda la faz de la tierra.36Estad en vela, pues, orando en todo
tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y
podáis estar en pie delante del Hijo del hombre.»
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Vigilar:
Es leer los acontecimientos de cada día, para
descubrir en ellos la venida del Señor.
Es
un error creer que sólo vino o creer que vendrá. Siempre viene, en cada momento
de nuestra vida. La salvación está sucediendo hoy y aquí. No tenemos más que el
presente y con frecuencia lo desperdiciamos soñando con nostálgicos tiempos
pasados o soñando con gloriosos tiempos futuros. Siempre deseando algo distinto
de lo que somos y tenemos, desaprovechando el momento presente para ser
felices.
Que este adviento nos sirva a todos para resucitar,
que falta nos hace. No es ninguna contradicción.¡ que va! Ojalá, un adviento de
hambrientos de Dios, hambrientos de amor, dispuestos a resucitar de una vez por
todas. Que estamos muertos en vida, queda mucho por hacer.
Hemos traicionado tanto al Evangelio, que la Navidad
lleva agonizando demasiados años, si este adviento sirve para algo, que sirva
para “resucitar” que falta nos hace a todos. P´alante, pues.
POR SI APETECE ORAR:
ADVIENTO
Para que Tú nacieras, se creó el escenario del universo,
se rompió el silencio de la eternidad,
apareció la luz, el canto y la armonía.
Para que Tú nacieras, fue necesario escribir el génesis,
y comprometer a Dios con una promesa.
Para que Tú nacieras, se escogió un pueblo
y Dios se enamoró de él como un esposo
y resonó la voz de los profetas
invitando al banquete de la vida y de la esperanza.
Para que Tú nacieras, se escogió una humilde Doncella de
tu pueblo y su respuesta te llamó a la vida.
Para que Tú nacieras, se pacificó la tierra,
se decretó un censo en Israel,
y un carpintero improvisó un establo,
porque no había lugar para Tí en la posada.
Para que Tú nacieras, Dios creó la vida.
Por eso, para que Tú sigas naciendo,
tengo que revestirme de verdad,
que mi vida sea creíble y mi palabra persuada,
será necesario que salga de mí mismo
y convertirme en un artesano de todo lo humano,
que tenga un taller en el corazón
y una herramienta en cada mano
para construir la casa de la fraternidad,
habituarme a la austeridad y así capacitarme para compartir.
Para que Tú sigas naciendo,
necesito detener la rapidez de mi vida,
ser obrero de espacios donde pueda encontrarme
con las personas por encima de las cosas.
Para que Tú sigas naciendo,
debo ser mensajero de todo lo que vive,
capaz de celebrar lo cotidiano
y trabajar por suprimir los signos de muerte
que ensombrecen al mundo y a la humanidad.
Para que Tú nacieras, se creó el escenario del universo,
se rompió el silencio de la eternidad,
apareció la luz, el canto y la armonía.
Para que Tú nacieras, fue necesario escribir el génesis,
y comprometer a Dios con una promesa.
Para que Tú nacieras, se escogió un pueblo
y Dios se enamoró de él como un esposo
y resonó la voz de los profetas
invitando al banquete de la vida y de la esperanza.
Para que Tú nacieras, se escogió una humilde Doncella de
tu pueblo y su respuesta te llamó a la vida.
Para que Tú nacieras, se pacificó la tierra,
se decretó un censo en Israel,
y un carpintero improvisó un establo,
porque no había lugar para Tí en la posada.
Para que Tú nacieras, Dios creó la vida.
Por eso, para que Tú sigas naciendo,
tengo que revestirme de verdad,
que mi vida sea creíble y mi palabra persuada,
será necesario que salga de mí mismo
y convertirme en un artesano de todo lo humano,
que tenga un taller en el corazón
y una herramienta en cada mano
para construir la casa de la fraternidad,
habituarme a la austeridad y así capacitarme para compartir.
Para que Tú sigas naciendo,
necesito detener la rapidez de mi vida,
ser obrero de espacios donde pueda encontrarme
con las personas por encima de las cosas.
Para que Tú sigas naciendo,
debo ser mensajero de todo lo que vive,
capaz de celebrar lo cotidiano
y trabajar por suprimir los signos de muerte
que ensombrecen al mundo y a la humanidad.
TOMAMOS EL PULSO A LA REALIDAD:
NOTA MENTAL TRANSITORIA.
La Conferencia Episcopal: los
sacerdotes deben ser "enteramente varones y por tanto heterosexuales"
Me sorprende
muchísimo este tipo de comentarios, porque pueden dar un repaso a seminarios,
conventos y parroquias,(…) creo que no hay otro colectivo que cuente con más homosexuales en sus filas. O están
ciegos o no lo quieren ver, o persiguen con estos mensajes algo que se me
escapa. No se entiende muy bien, por qué tanto empeño en lanzar este tipo de
mensajes que no se corresponden con la realidad.
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