EVANGELIO:
24«Mas por
esos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, la luna no
dará su resplandor,25las estrellas irán cayendo del cielo, y las fuerzas que
están en los cielos serán sacudidas.26Y entonces verán al Hijo del hombre que
viene entre nubes con gran poder y gloria;27entonces enviará a los ángeles y
reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra
hasta el extremo del cielo.28«De la higuera aprended esta parábola: cuando ya
sus ramas están tiernas y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.29Así
también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que El está cerca, a las
puertas.30Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto
suceda.31El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.32Mas de
aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino
sólo el Padre.
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Al final, ¿ qué? Al final Dios. El final es el amor.
Siempre.
Las lecturas y el evangelio quieren en este último domingo
del tiempo ordinario hablarnos del fin de los tiempos. Si el fin de nuestra
vida fuera un libro, y somos de esos
buenos lectores que les gusta empezar el libro por el final: allí habría una
nota a pie de página diciéndonos: al final es el amor: siempre el amor. Y así
tienes que vivir tu vida.
Lo cristiano no es la destrucción o el final de la vida,
sino la creación de la nueva vida. Al final está Dios. Un Dios que quiere la
vida, la dignidad y la dicha plena del ser humano. Todo queda en sus manos. El
tiene la última palabra.
Nuestra religión no es la religión del llanto, sino la
religión de la salvación y del mensaje del amor. El pecado contra la esperanza
es adorar becerros de nostalgia, de volverse atrás, de rendirse sin luchar, eso
es un despreció al Dios que invita a caminar.
Alguien nos está esperando: no podemos vivir de nostalgias,
tampoco de justificaciones, de miedos o sencillamente tener corazones
mediocres, contamos con su palabra: que no pasará, la palabra resucitada llena
de alegría y esperanza de Jesús no pasará.
Salgamos
de las trincheras de nuestra propia seguridad. Dios no regateo con nosotros. ¿
lo vamos a hacer nosotros con El? P´ALANTE
POR SI APETECE ORAR:
Gracias Jesús porque por ti,
Por tu vida, por tus palabras que no pasan,
Podemos vivir sin miedo. Tu Evangelio nos grita:
Quien tenga miedo a andar, que no se suelte de la mano de su
madre;
Quien tenga miedo a escalar, que siga en el refugio;
Quien tenga miedo a equivocarse de camino, que se quede en
casa...
Pero quien haga todo eso ya no podrá ser hombre o mujer,
Porque lo propio del hombre y mujer es arriesgarse,
Es vivir desde la esperanza.
Podrá decir que ama, pero no sabe amar,
Porque amar es ser capaz de arriesgar la vida por otros.
Vive al lado de tus amigos,
Y no te acerques al prójimo con la rutina de siempre
Sorpréndelo.
Y nos unimos a todos aquellos que hicieron de su vida
evangelio; buena noticia,
Esperanza para todos…
TOMAMOS EL PULSO A LA REALIDAD:
NOTA MENTAL TRANSITORIA:
EN ESTOS ÚLTIMOS DÍAS HE VISTO EL SUFRIMIENTO DE PERSONAS MUY QUERIDAS POR MI, POR LA PERDIDA DE FAMAILIARES. Cuando experimentas este sufrimiento sólo te queda reconstruir el corazón ….; JUNTOS.
Más lejos, tenéis que ir más lejos
de los árboles caídos que ahora os aprisionan,
y cuando lo hayáis conseguido
tened muy presente no deteneros.
Más lejos, id siempre más lejos,
más lejos del presente que ahora os encadena,
y cuando os sintáis liberados
emprended otra vez nuevos pasos.
Más lejos, siempre mucho más lejos,
más lejos del mañana que ya se está acercando.
y cuando creáis que habéis llegado
sabed encontrar nuevas sendas.
Mande quien mande, cartucho en el cañón.
DE ESTOS SINVERGÜENZAS HABLAMOS OTRO DÍA:
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