domingo, 11 de noviembre de 2018

Marcos 13:24-32. XXXIII ORDINARIO.18 DE NOVIEMBRE


EVANGELIO:

24«Mas por esos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor,25las estrellas irán cayendo del cielo, y las fuerzas que están en los cielos serán sacudidas.26Y entonces verán al Hijo del hombre que viene entre nubes con gran poder y gloria;27entonces enviará a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.28«De la higuera aprended esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.29Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que El está cerca, a las puertas.30Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda.31El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.32Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.


EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

Al final, ¿ qué? Al final Dios. El final es el amor. Siempre.
Las lecturas y el evangelio quieren en este último domingo del tiempo ordinario hablarnos del fin de los tiempos. Si el fin de nuestra vida fuera un libro, y  somos de esos buenos lectores que les gusta empezar el libro por el final: allí habría una nota a pie de página diciéndonos: al final es el amor: siempre el amor. Y así tienes que vivir tu vida.
Lo cristiano no es la destrucción o el final de la vida, sino la creación de la nueva vida. Al final está Dios. Un Dios que quiere la vida, la dignidad y la dicha plena del ser humano. Todo queda en sus manos. El tiene la última palabra.
Nuestra religión no es la religión del llanto, sino la religión de la salvación y del mensaje del amor. El pecado contra la esperanza es adorar becerros de nostalgia, de volverse atrás, de rendirse sin luchar, eso es un despreció al Dios que invita a caminar.

Alguien nos está esperando: no podemos vivir de nostalgias, tampoco de justificaciones, de miedos o sencillamente tener corazones mediocres, contamos con su palabra: que no pasará, la palabra resucitada llena de alegría y esperanza de Jesús no pasará.

                Salgamos de las trincheras de nuestra propia seguridad. Dios no regateo con nosotros. ¿ lo vamos a hacer nosotros con El? P´ALANTE


POR SI APETECE ORAR:

Gracias Jesús porque por ti,
Por tu vida, por tus palabras que no pasan,
Podemos vivir sin miedo. Tu Evangelio nos grita:
Quien tenga miedo a andar, que no se suelte de la mano de su madre;
Quien tenga miedo a escalar, que siga en el refugio;
Quien tenga miedo a equivocarse de camino, que se quede en casa...
Pero quien haga todo eso ya no podrá ser hombre o mujer,
Porque lo propio del hombre y mujer es arriesgarse,
Es vivir desde la esperanza.
Podrá decir que ama, pero no sabe amar,
Porque amar es ser capaz de arriesgar la vida por otros.
Vive al lado de tus amigos,
Y no te acerques al prójimo con la rutina de siempre
Sorpréndelo.
Y nos unimos a todos aquellos que hicieron de su vida evangelio; buena noticia,
Esperanza para todos…

TOMAMOS EL PULSO A LA REALIDAD:







NOTA MENTAL TRANSITORIA:

heart76
EN ESTOS ÚLTIMOS DÍAS  HE VISTO EL SUFRIMIENTO DE PERSONAS MUY QUERIDAS POR MI, POR LA PERDIDA DE FAMAILIARES. Cuando experimentas este sufrimiento sólo te queda reconstruir  el corazón ….; JUNTOS.
 

Más lejos, tenéis que ir más lejos
de los árboles caídos que ahora os aprisionan,
y cuando lo hayáis conseguido
tened muy presente no deteneros.
Más lejos, id siempre más lejos,
más lejos del presente que ahora os encadena,
y cuando os sintáis liberados
emprended otra vez nuevos pasos.
Más lejos, siempre mucho más lejos,
más lejos del mañana que ya se está acercando.
y cuando creáis que habéis llegado
sabed encontrar nuevas sendas.

Mande quien mande, cartucho en el cañón.


DE ESTOS SINVERGÜENZAS HABLAMOS OTRO DÍA:

 

 





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