Evangelio
27Mis ovejas
escuchan mi voz; yo las conozco y ellas mi siguen.28Yo les doy vida eterna y no
perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano.29El Padre, que me las ha
dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del
Padre.30Yo y el Padre somos uno.»
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
“ mis ovejas escuchan mi voz”: nos llenan la vida de
palabras vacías, y podemos perder nuestra capacidad para escuchar la voz de
Dios. Para permanecer abiertos a esa Palabra Viva que está presente en lo más
hondo de la vida y de nuestro ser.
Atentos a la llamada de Dios; escuchar la voz de la verdad,
sintonizar con lo mejor que hay en nosotros, es escuchar a aquel que puede dar
vida a nuestra vida.
Lo que cambia el corazón del hombre no son las palabras, ni
las ideas, ni las razones, sino la escucha sincera de la voz de Dios.
Decimos
que Dios es amor; o sea que sólo nos tiene amor y nos quiere, y que si él es
amor, de él no puede brotar más que amor; incluso cuando no nos merecemos ser
amados. Amar sin condiciones; eso a nosotros nos puede parecer imposible.
El buen pastor, no es un legislador exigente, se interesa
por el bien de sus ovejas hasta llegar incluso a dar su vida por ellas.
p´alante
POR SI APETECE ORAR:
Padre, queremos vivir intensamente
Nos acordamos de aquellos que no están con nosotros,
Y tenemos plena confianza en ti,
Las inquietudes e interrogantes que nos asaltan,
No podrán apartarnos de tú amor.
Porque vivimos podemos amarte
Como sacramento de este amor
Pronunciamos esta plegaria de alabanza,
Con toda la Iglesia,
Con todos los hombres y mujeres que predican el Evangelio
con su vida.
Queremos parecernos a Jesús,
Cuya existencia en el amor,
Fue el motivo por el que resucitaste.
Queremos también que junto con el
Este sacramento de la eucaristía
Sea expresión de nuestro amor y de nuestro esfuerzo
Realizado para vivir en relación con los demás.
TOMAMOS EL PULSO A LA REALIDAD:
NOTA MENTAL TRANSITORIA:
Ley para la eternidad.
A la atención de todas las autoridades y personal.
Desde
la jefatura del Estado de Esperanza
Real
Decreto con fecha para toda la eternidad.
En
virtud de lo dispuesto en todos los artículos que marca el Evangelio; la Buena
noticia. Queda declarado que la única ley que merece la pena seguir es la ley
del amor. Esta ley está por encima de cualquier otra ley que disponga cualquier
estado y por ella queda establecido un mandamiento único: que os améis unos a
otros como Dios nos ama, como nos amó Jesús, es el amor más intenso y
verdadero. Lo importante no es saber mucho de leyes, o cumplir muchos ritos,
sino el modo de amar.
Sólo se
podrá conocer a los discípulos y amigos de Jesús por su capacidad de amarse los
unos a los otros, y de hacer el bien a los que les rodean. Todo lo demás carece de importancia.
Firmado
para todos los días, por Jesús de Nazareth, el Camino, la Verdad y la Vida.
Aviso
urgente: sólo el amor hace que la vida merezca la pena ser vivida. No
necesitarán otras leyes.
MANDE QUIEN MANDE, CARTUCHO EN EL CAÑÓN.
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