Evangelio
46y les
dijo: «Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los
muertos al tercer día47y se predicara en su nombre la conversión para perdón de
los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén.48Vosotros sois
testigos de estas cosas.49«Mirad, y voy a enviar sobre vosotros la Promesa de
mi Padre. Por vuestra parte permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos
de poder desde lo alto.»50Los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos,
los bendijo.51Y sucedió que, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue
llevado al cielo.52Ellos, después de postrarse ante él, se volvieron a
Jerusalén con gran gozo,53y estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios.
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
El cielo es el anhelo último que llevamos en el corazón. No
es un lugar, sino entrar para siempre el misterio del amor de Dios. Dios nos
enamora para siempre. Y todo esto en comunidad, en grupo, con la amistad.
Quien
cree en la vida, vive toda la vida desde el cielo, lo que es lo mismo vive su
vida desde un amor desinteresado.
Lo
importante es convertirse en cielo para los demás. No nos engañemos, si
queremos resucitar tenemos que convertirnos en cielo para los demás. Y el gozo
de Dios se encarna ( como cristo) en el gozo y la alegría de todo hombre y toda
mujer, que descubre que el amor es lo esencial en su vida.
Para el que ama no hay distancia, para el amor la ascensión
no es lejanía es amor. Ni basta decir de palabra o con falsos ritos que
creemos, o tendemos la mano al caído, o nos manchamos las manos con los
hermanos necesitados o no ascenderemos, o ayudamos a ascender al que está sin
esperanza o no viviremos de verdad este misterio de amor.
Lo
importante es que nosotros seamos un cielo para quien está más cercano, o sea
un cielo de amor y ternura para todos , eso es la ascensión.
P´ALANTE
POR SI APETECE ORAR:
Nos dicen que el amor es muy paciente,
Nos
dicen que el amor es muy amable,
Que
no repara en las faltas ajenas,
Porque
nos dicen que el amor es ciego.
Me
ha sacado de mí y de lo mío,
Ya
no hay más que: nosotros y lo nuestro.
Lo
que era tuyo y mío, ahora es nuestro;
Que
el amor, ante todo, es unidad.
El
amor no se gasta con los años
No
se estropea ni se desvanece;
Pues
adquiere más fuerza con el tiempo,
Con
la risa, el gozo y el dolor.
Es
el don mismo de Dios para nosotros,
Un
regalo que nos llega desde arriba.
Nos
da la paz y nos da la alegría
Pero,
ante todo, lo que nos da es amor.
TOMAMOS EL PULSO A LA REALIDAD:
NOTA MENTAL TRANSITORIA:
Para imitar a Jesús, hemos de convencernos de que seremos
cristianos,
Si
vivimos para los demás,
Si
hacemos que, fundamentalmente,
Toda
nuestra vida sea un servicio
A
nuestros hermanos.
Cuando intentas ser cielo para los demás, y sobre todo, cuando lo consigues, eres cielo para tí mismo
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