Evangelio
1Mas Jesús
se fue al monte de los Olivos.2Pero de madrugada se presentó otra vez en el
Templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y se puso a enseñarles.3Los
escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen en
medio4y le dicen: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante
adulterio.5Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?»6Esto
lo decían para tentarle, para tener de qué acuasarle. Pero Jesús, inclinándose,
se puso a escribir con el dedo en la tierra.7Pero, como ellos insistían en
preguntarle, se incorporó y les dijo: «Aquel de vosotros que esté sin pecado,
que le arroje la primera piedra.»8E inclinándose de nuevo, escribía en la
tierra.9Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro,
comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía
en medio.10Incorporándose Jesús le dijo: «Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha
condenado?»11Ella respondió: «Nadie, Señor.» Jesús le dijo: «Tampoco yo te
condeno. Vete, y en adelante no peques más.»
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Jesús no hace ningún milagro ante sus ojos, más bien
les dice lo esencial del cristianismo, por lo que él ha luchado día a día, codo
a codo con los suyos.. hay que servir y comprometerse por los demás. No
se trata de vivir con los demás, sino de desvivirse por los demás. Hay que
tener una causa en la vida por la que luchar, una causa que merezca la pena, e
incluso estar dispuesto a dar la vida por ella. Sin lucha no hay fruto real. El
grano que muere es el que da fruto, en el hecho de sembrar está ya la primera
cosecha.
Queremos ver a Jesús: no
nos empeñemos en oír o decir discursos inteligentes acerca de él. Muchos
sermones rutinarios, palabras vacías, discursos eclesiásticos. Hay que ver a
Jesús, no es mostrarlo sino demostrarlo con nuestros actos, como testigos. Los
grandes testigos de nuestro tiempo: provocan con su vida el deseo de Dios. No
pretendas ver a Jesús sentado en un cómodo sillón, o simplemente quieras
encontrarte con indiferencia en alguna eucaristía, o alguna oración, leyendo
miles de tratados teológicos. Como dice el Evangelio; estará por ahí
defendiendo algún pecador, orientando algún perdido, porque es Salvación. El
que se escandaliza, no ha entendido eso del grano de trigo que muere para dar
fruto.
Ha llegado la hora de Humanizar la
vida. Es la hora de las decisiones, es la hora del Evangelio, de combatir la
injusticia, de los pacíficos, es la hora de gestos imprevisibles de amor, es la
hora de acercarse al sufrimiento del hermano, de comprender a los pecadores, de
acoger y abrir las puertas, es la hora de los sencillos.
Hay demasiados especialistas en tirar
piedras….. necesitamos que se abra el horizonte del perdón.
P´alante
POR SI APETECE A ORAR:
El amor abre los caminos;
No son las armas, ni los que
intentan romper fronteras
Los
que viven en la luz;
Son los que caminan dando amor,
multiplicando vida.
El
amor hace de toda la tierra nuestra tierra.
El
mundo entero nos reclama – cristianos- para ser luz,
El
mundo entero grita por sed y hambre de luz, de amor y compromiso solidario,
Digamos
con nuestra vida al mundo
Que
no busque a un Dios muerto sino a un Dios vivo;
Que
vive con nosotros y entre nosotros.
Un
Dios vivo;
Que
nos ama y busca desde siempre
Que
nos llama por nuestro nombre, para ser testigos de esperanza
Que
conoce nuestros fallos y nos empuja hacia delante,
Que
nos necesita como testigos y mensajeros,
Que
está cada día a nuestro lado;
Y
que nos tiene reservada una verdad; la
verdad del amor.
TOMAMOS EL PULSO A LA REALIDAD:
NOTA MENTAL TRANSITORIA:
Resulta que amaneció lloviendo ( cuatro
gotas), y es noticia, estamos todos flipando, que estamos haciendo con nuestro
planeta para que sea noticia ilusionante que llueva cuatro gotas.
Cuando hablas con un agricultor te califica la lluvia entre
buena y mala. Pero en el futuro será noticia que llueva, no si es bueno o malo,
esto es un problema muy serio que nadie parece querer ver, sobre la sabiduría
de los que viven del campo.
Volverá la época de sacar los santos al campo para que
llueva, tiempo al tiempo. O quizás veamos quien saca las armas para defender el
poco agua que quede, tiempo al tiempo.
MANDE QUIEN MANDE, CARTUCHO EN EL CAÑÓN.