lunes, 11 de marzo de 2019

Lucas 9:28-36. Domingo 17 de marzo. II cuaresma


Evangelio

28Sucedió que unos ocho días después de estas palabras, tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago, y subió al monte a orar.29Y sucedió que, mientras oraba, el aspecto de su rostro se mudó, y sus vestidos eran de una blancura fulgurante,30y he aquí que conversaban con él dos hombres, que eran Moisés y Elías;31los cuales aparecían en gloria, y hablaban de su partida, que iba a cumplir en Jerusalén.32Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero permanecían despiertos, y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.33Y sucedió que, al separarse ellos de él, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías», sin saber lo que decía.34Estaba diciendo estas cosas cuando se formó una nube y los cubrió con su sombra; y al entrar en la nube, se llenaron de temor.35Y vino una voz desde la nube, que decía: «Este es mi Hijo, mi Elegido; escuchadle.»36Y cuando la voz hubo sonado, se encontró Jesús solo. Ellos callaron y, por aquellos días, no dijeron a nadie nada de lo que habían visto.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

Hay miedo;
Miedo a la novedad, miedo a lo nuevo si no podemos conservar el pasado. Como si lo antiguo automáticamente garantizara la fidelidad al Evangelio. Lo que mueve a la Iglesia no es tanto un espíritu de renovación como un instinto de conservación.
                Hay miedo a la tensión y los conflictos, esos que van unidos a ser fieles al Evangelio. Mejor callarse cuando tenemos que hablar, quitarse del medio, mejor la adhesión rutinaria a lo de siempre, a lo que dicten, a los mandatos de lo alto.
                Hay miedo a reflexionar teológicamente, miedo a revisar ritos vacíos, lenguajes litúrgicos, que no favorecen hoy la celebración de la fe.
Urge que bajemos de la montaña:
-          cómo vamos a ser capaz de dar misericordia, si nunca hemos ejercitado la compasión, si nunca hemos llorado con el amigo.
-          Cómo vamos a pasar por esta vida haciendo el bien; curando los dolores de los hermanos y llevando libertad a los oprimidos; si nuestra mano nunca ha temblado con el dolor del hermano.
-          Cómo vas a ser esperanza para el mundo, sino has conocido de cerca la amargura de los que viven crucificados.
-          Cómo vas amar, si jamás has estado enamorado, porque estás demasiado ocupado en abrazar la seguridad del amor propio.
La transfiguración es la fiesta de la luz. La luz siempre vence a la oscuridad, si tienes miedo a morir, nunca aprenderás a vivir.

P´ALANTE


POR SI APETECE ORAR:

¡ Cuantas maravillas aguardan a quien
despegándose del suelo, aprenden a mirar más alto!

                Jesús, nos compadecemos de la gente
Cuyos rostros no conocemos, nosotros,
Rostros que lloran sobre ataúdes,
Rostros que miran a través de barrotes,
Rostros de niños inocentes en peligro,
Rostros ancianos amasados por la paciencia.

Líbranos del orgullo de haber triunfado en la vida,
Para que no inclinemos hacia aquellos
Que nos imploran en su necesidad.
Líbranos de preocuparnos de nosotros mismos,
Para que nos ocupemos de nuestros prójimos lejanos y cercanos.

Despierta nuestra amabilidad,
Ábrenos al gran círculo de la humanidad.
No dejes que  nos quedemos en el placentero tabor
Abandonando el calvario de los que  lloran a nuestro lado.
Y con todos aquellos que bajaron de la montaña y se comprometieron con su vida:
CAMINAMOS  EN LA CUARESMA.

TOMAMOS EL PULSO A LA REALIDAD:



NOTA MENTAL TRANSITORIA:

El tacto:
               
                Limones: no existen dos limones iguales – cada uno tiene que conocer a su limón- , a continuación sabrías explicar las peculiaridades de su limón y después ver si conoces bien tu limón. Demasiadas veces juzgamos por ciertas apariencias, creemos conocer muy bien a la gente – cuando la relación es muy superficial- mucho chat, mucho messenger, mucho móvil... sólo llegando al fondo se puede conocer, sólo con el tacto se puede conocer, el abrazo...
                Es una asignatura pendiente. Aquí si que uno se la juega, suspender esta asignatura es tener pendiente la vida para eternidad.
                Y esta asignatura no la enseñan en la complutense, ni en la autónoma....
En el arte de vivir: el tacto es fundamental. Y  ¿ por qué le hemos reprimido tanto? El acto de tocar a otra persona, Jesús en el Evangelio se paso la vida tocando y dejándose tocar.
El tacto es un gesto liberador, tener tacto es aproximarse al otro desde el respeto. Tocarle, es contactar con él y acariciar su frente o poner la mano sobre su mano: es proximidad y preocupación por el otro, todos necesitamos sentirnos amados para poder crecer de una manera armónica.
                El apretón de manos, el abrazo; el encuentro, es un sacramento real, no tenemos otra forma mejor y más simbólica que este gesto, de decir te quiero, cuanta conmigo.
                Ante el sufrimiento nos quedamos sin palabra; sin embargo tenemos el tacto, cuando nos quedamos totalmente callados, sin palabras, podemos acudir al gesto con el tacto.
                Aristóteles, distingue virtudes que pueden enseñarse y otras que son connaturales. El tacto no se puede enseñar, es algo natural de las personas, es descubrir la vida real.

                Los griegos sabían que cuando se unen proporción y medida se da la belleza.
¿cómo conseguir esa belleza en nuestra vida?
                Cuando consigamos la armonía entre las acciones del hombre y el ideal de su vida, el ideal que decide a partir de su vocación, es fuente de belleza, de bondad. La coherencia entre la conducta del hombre y la meta o ideal que persigue se traduce en belleza interior o espiritual que puede superar todo lo demás. 


mande quien mande, cartucho en el cañón

 

1 comentario:

  1. Pero a esa armonía sólo se puede llegar llevando una vida consagrada. Y para tener vocación y compromiso de vida o ayuda hacia los demás es necesario realizarlo siguiendo normas consideradas vacías.

    La coherencia entre la conducta del hombre/mujer y armonía, mas bien se logrará cuando uno es sincero consigo mismo. Huir no es la solución.

    "Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada. Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso.

    El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

    El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará, el de lenguas será silenciado y el de conocimiento desaparecerá."

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