Evangelio
1Viendo
la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron.2Y
tomando la palabra, les enseñaba diciendo:3«Bienaventurados
los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.4Bienaventurados
los mansos , porque ellos posseerán en herencia la tierra.5Bienaventurados
los que lloran, porque ellos serán consolados.6Bienaventurados
los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.7Bienaventurados
los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.8Bienaventurados
los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.9Bienaventurados
los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.10Bienaventurados
los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los
Cielos.11Bienaventurados seréis
cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra
vosotros por mi causa.12Alegraos
y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la
misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Jesús vuelve el mundo al revés,
lanza las bienaventuranzas y un aviso-bastante serio- para quien olvida la
llamada del amor y la fraternidad. Jesús no amenaza a nadie con este aviso ( ay
de los ricos, ay de los que ahora reís, ay de los que todo el mundo habla
bien), nos está diciendo, que quienes poseen y disfrutan de lo que su corazón
egoísta anhela, un día descubrirán que no hay para ellos más felicidad que la que
ya han saboreado.
Las bienaventuranzas
( inventan un país un mundo nuevo) son el país de la vida, el país del amor;
entraremos en el país de la vida cuando nos acerquemos a los pobres y a los que
lloran, cuando unamos las manos y los corazones.
Ahora que
están formando gobierno en casi todos los rincones de nuestro país, ya os digo que
las Bienaventuranzas serían el programa político de Nazareth, por el único que
yo votaría. Mande quien mande cartucho en el cañón. P´alante
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