Evangelio
17«No
penséis que he venido a abolir la
Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar
cumplimiento.18Sí, os lo aseguro: el
cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda.19Por
tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a
los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que
los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Mis palabras no pasarán.
¿ qué nos espera después de tantos esfuerzos, luchas,
ilusiones y sinsabores? El hombre necesita una esperanza para vivir con
plenitud. No es una espera pasiva ( eso es impotencia y nosotros hablamos de
esperanza), es amor a la vida, una esperanza que se mantenga viva. Las palabras
de Jesucristo: no pasarán, esa es la esperanza. Dios es quien tiene la última
palabra por eso no esperamos algo que no puede ser.
Nuestra esperanza se apoya en el hecho inconmovible de la
resurrección de Jesús. Por eso vemos la vida presente como algo que no nos ha
entregado todavía su último secreto: al final esta Dios, al final está el amor.
Salgamos de las trincheras de nuestra propia seguridad. Dios
no regateo con nosotros. Mande Quien mande, cartucho en el cañón. P´alante
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