viernes, 1 de abril de 2011

FIN DE SEMANA

Sábado, 2 de abril de 2011, Lucas 18, 9-14

EVANGELIO

En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola: - «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: "¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo." El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador." Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

A medida que pasa el tiempo, te vas dando cuenta de que te sientes cada vez “más publicano” y “menos fariseo”. Si te conoces un poquito a ti mismo, te dan pocas ganas de juzgar a los demás, y de sentirte mejor que ellos. Todo lo contrario. Porque da la casualidad de que, experimentando en tu vida el inmenso amor de Dios, experimentas a la vez el poco amor que tú tienes y das a los demás. Si después de caer en la cuenta de todo esto, aún te quedan ganas o fuerzas para juzgar a los otros o sentirte superior, es que no has entendido nada de nada del mensaje evangélico. Por ello, no perdamos más el tiempo y dediquémoslo a lo único importante: a dar y a darte, sin duda, te sentirás enaltecido… ¡y de qué manera!

¡Buen fin de semana!

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