EVANGELIO
1Salió
de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen.2Cuando
llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle,
quedaba maravillada, y decía: «¿De dónde le viene esto? y ¿qué sabiduría es
ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos?3¿No es
éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, Joset, Judas y
Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?» Y se escandalizaban a
causa de él.4Jesús les dijo: «Un
profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de
prestigio.»5Y no podía hacer allí
ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles
las manos.6Y se maravilló de su
falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando.
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
EL CARPINTERO DE CARPINTEROS.
Jesús acaba de fracasar en una serie de ciudades de Galilea, su patria. Allí ha realizado numerosos milagros, pero no ha hecho brotar la conversión ni la fe. Y a pesar de su fracaso -es preciso observar la paradoja- Jesús prorrumpe en una acción de gracias; sigue enseñando y ayudando a sus prójimos. Sólo la gente sencilla, los que no tienen doblez, los de corazón ancho, los que no tiene ánimo de complicar las cosas, los que ellos mismos no están complicados con las cosas, y atados de pies manos, los abiertos, los limpios de corazón, los pobres, los disponibles, etc., sólo esos acogen el Reino que Jesús anuncia.
Jesús acaba de fracasar en una serie de ciudades de Galilea, su patria. Allí ha realizado numerosos milagros, pero no ha hecho brotar la conversión ni la fe. Y a pesar de su fracaso -es preciso observar la paradoja- Jesús prorrumpe en una acción de gracias; sigue enseñando y ayudando a sus prójimos. Sólo la gente sencilla, los que no tienen doblez, los de corazón ancho, los que no tiene ánimo de complicar las cosas, los que ellos mismos no están complicados con las cosas, y atados de pies manos, los abiertos, los limpios de corazón, los pobres, los disponibles, etc., sólo esos acogen el Reino que Jesús anuncia.
La verdadera Teología la conocen e interpretan
los sencillos, los voluntarios que dan su tiempo, los humildes, los cercanos,
los que luchan por un mundo mejor, los que plantan semillas de amor, los que proclaman la justicia y libertad para todos, los que luchan cada día por los que nadie quiere….. los teólogos
con sus teorías no conocen la verdad, porque no bajan a la calle de cada día, donde habita la verdad… donde se mueven los carpinteros del alma. p´alante
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