lunes, 6 de abril de 2015

Juan 20:11-18 MARTES 7 DE ABRIL

EVANGELIO
11Estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro,12y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies.13Dícenle ellos: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.»14Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.15Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.»16Jesús le dice: «María.» Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní» - que quiere decir: «Maestro» -.17Dícele Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.»18Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho estas palabras.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

Que María Magdalena se acercara al sepulcro nos da a entender que era muy especial para Jesús, solamente personas muy íntimas y del círculo más cercano de la familia  visitaban al muerto en el sepulcro y preparaban su cuerpo. Esto es una evidencia lógica.
Todos tenemos un poco de magdalena. No podemos vivir sin esperanza, somos viajeros que buscan, nuestra vida es expectación... sin esperanza tampoco tenemos vida. Tenemos que tener claro el destino para caminar con firmeza, porque para quien no espera nada, los logros, los gozos, los éxitos... son tristes porque se acaban en sí mismos.
Este relato es un ejemplo muy claro del papel que tenían las mujeres que rodeaban al grupo de Jesús, en concreto de María Magdalena, no sólo era un papel importante, sino que era protagonista, ser testigos de la resurrección y llevar este mensaje a los discípulos, es señal inequívoca que las mujeres en el cristianismo de los primeros siglos tenían un papel que ahora hemos perdido. En estos tiempos hemos dado un paso atrás en este protagonismo, una torpeza a mi entender. Como María Magdalena, si somos testigos, debemos:
-                   Luchar contra todo lo que origina muerte y conduce a la muerte, contra los violentos e  injustos, contra los que siguen crucificando la vida y sembrando la corrupción en nuestro mundo.
-                   Combatir, por lo mismo, las causas de la pobreza, las estructuras opresivas e  insolidarias, el egoísmo que anida en el corazón del hombre y en el corazón del mundo.
-                   Defender la libertad verdadera contra toda situación esclavizante. Libertad sin vallas, ni muros, ni concertinas… la libertad supera cualquier obstáculo.
-                   Trabajar por la paz. La paz es también un don de la Pascua que Cristo resucitado  ofrecía a sus discípulos.
-                   Ser testigo de alegría y esperanza. Saber dar razón de nuestra fe ante todos aquellos  que no creen en la primavera y no quieren florecer..

Vivir en la verdad. p´alante

1 comentario:

  1. Si tú me dices ven,
    lo dejo todo.
    Si tú me dices ven,
    será todo para ti.
    Mis momentos más ocultos
    también te los daré.
    Mis secretos, que son pocos,
    serán tuyos también.....


    Maria Magadalena lo deja todo por Jesús. Sin preguntar, sin poner condiciones, sin secretos, sin medias tintas, sin dudar

    ResponderEliminar