EVANGELIO
11Estaba
María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el
sepulcro,12y ve dos ángeles de
blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y
otro a los pies.13Dícenle ellos: «Mujer, ¿por
qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé
dónde le han puesto.»14Dicho esto, se volvió y
vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.15Le dice
Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el
encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has
puesto, y yo me lo llevaré.»16Jesús
le dice: «María.» Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní» - que quiere
decir: «Maestro» -.17Dícele Jesús: «No me
toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y
diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.»18Fue
María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había
dicho estas palabras.
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Que María Magdalena se acercara al sepulcro nos da a entender
que era muy especial para Jesús, solamente personas muy íntimas y del círculo más
cercano de la familia visitaban al muerto en el sepulcro y preparaban su
cuerpo. Esto es una evidencia lógica.
Todos tenemos un poco de magdalena. No podemos vivir sin
esperanza, somos viajeros que buscan, nuestra vida es expectación... sin
esperanza tampoco tenemos vida. Tenemos que tener claro el destino para caminar
con firmeza, porque para quien no espera nada, los logros, los gozos, los
éxitos... son tristes porque se acaban en sí mismos.
Este relato es un ejemplo muy claro del papel que tenían las
mujeres que rodeaban al grupo de Jesús, en concreto de María Magdalena, no sólo
era un papel importante, sino que era protagonista, ser testigos de la
resurrección y llevar este mensaje a los discípulos, es señal inequívoca que las mujeres en el cristianismo de los primeros siglos tenían un papel que ahora hemos perdido. En estos
tiempos hemos dado un paso atrás en este protagonismo, una torpeza a mi entender. Como María Magdalena, si
somos testigos, debemos:
-
Luchar contra todo lo que origina muerte y
conduce a la muerte, contra los violentos e injustos, contra los que
siguen crucificando la vida y sembrando la corrupción en nuestro mundo.
-
Combatir, por lo mismo, las causas de la
pobreza, las estructuras opresivas e insolidarias, el egoísmo que anida
en el corazón del hombre y en el corazón del mundo.
-
Defender la libertad verdadera contra toda
situación esclavizante. Libertad sin vallas, ni muros, ni concertinas… la libertad supera cualquier
obstáculo.
-
Trabajar por la paz. La paz es también un don de
la Pascua que
Cristo resucitado ofrecía a sus discípulos.
-
Ser testigo de alegría y esperanza. Saber dar
razón de nuestra fe ante todos aquellos que no creen en la primavera y no
quieren florecer..
Vivir en la verdad. p´alante
Si tú me dices ven,
ResponderEliminarlo dejo todo.
Si tú me dices ven,
será todo para ti.
Mis momentos más ocultos
también te los daré.
Mis secretos, que son pocos,
serán tuyos también.....
Maria Magadalena lo deja todo por Jesús. Sin preguntar, sin poner condiciones, sin secretos, sin medias tintas, sin dudar