EVANGELIO
30Ellos
entonces le dijeron: «¿Qué señal haces para que viéndola creamos en ti? ¿Qué
obra realizas?31Nuestros padres comieron
el maná en el desierto, según está escrito: Pan del cielo les dio a comer.»32Jesús
les respondió: «En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan
del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo;33porque
el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo.»34Entonces
le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan.»35Les
dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y
el que crea en mí, no tendrá nunca sed
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Hay un pan que quita el hambre por unas horas y el pan que
nos ofrece Jesús de nazareth quita el hambre para siempre. Es un pan que da
vida al mundo. Ese Pan no lo tiene cualquiera y no está al alcance de todos: “
yo soy el pan de la vida”, es lo mismo que decir; no os detengáis en las cosas
terrenas, y creed realmente en lo que significa la figura y el mensaje de Jesús
de Nazareth. Sólo con creer se consigue ese pan, pero creer no es nada fácil,
implica toda una vida y no deja otro camino que la Caridad con el prójimo
para alimentarse de él durante toda una vida.
Nadie se puede apoderar de ese pan por la fuerza, el poder,
el dinero, la religión, los ritos, los rezos, etc…. Se trata de comer todos de la misma
mesa, compartir el pan en una tierra sin fronteras, comulgar con un proyecto de
Reino del amor que sólo se da en el encuentro con el hermano, partir el pan - oficio con plazas disponibles- con quien no lo tiene. No es compartir
las migajas, sino entregar nuestra vida…. Nada fácil, pero tampoco es difícil,
P´alante.
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