EVANGELIO
35Les
dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y
el que crea en mí, no tendrá nunca sed.36Pero ya
os lo he dicho: Me habéis visto y no creéis.37Todo lo
que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré fuera;38porque
he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha
enviado.39Y esta es la voluntad
del que me ha enviado; que no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo
resucite el último día.40Porque
esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él,
tenga vida eterna y que yo le resucite el último día.»
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA.
PAN DE VIDA
La fusca de la vida cree en ese “pan vivo”, ese pan que nos
condena a vivir.....Cuando nos hemos acostumbrado a ir tirando, que nos
invita a despertar..... cuando llevamos años dormitando, a ser
auténticos..... cuando vivimos fingiendo. Este pan de vida nos abre las
puertas de un vivir en medio del riesgo y la aventura diaria. Esa aventura de los que intentan cruzar el mediterráneo y, para muchos, se convierte en el cementerio de sus cuerpos, cuantas guerras mundiales hay en el fondo de esas aguas, cuantas bombas atómicas equivalentes a números de muertos se encuentran en el fondo de ese mar.... y aquí se sigue comulgando cada domingo, cada día, de manera hipócrita, pero no compartiendo el pan..... de vida.
El pan
partido y compartido, consiste en participar de la vida:
Ser hombres y mujeres de paz, de perdón y
reconciliación, de compartir nuestro pan con el prójimo, de frecuentar
horizontes de amistad y fiesta, de testificar la
victoria ;de la vida sobre la muerte, de quitarse los miedos
para caminar como testigos de esperanza, de buscar el encuentro con
el amigo, con la persona amada.
Celebramos la vida, esa vida que nos va resucitando
cada día. HAY GENTE QUE SÓLO RESUCITA EN AL VIGILIA PASCUAL, OTROS VIVEN MURIENDO MINUTO A MNUTO... LUEGO ESTÁ LA FUSCA QUE RESUCITA CADA DÍA SABIENDO QUE NADIE PUEDE AMENAZARNOS DE MUERTE. P´alante
Tenemos que resucitar y vivir celebrando la fiesta de compartir cada dia el pan con los que no tienen pan.
ResponderEliminarJesús nos enseñó a no tener miedo.
El no tuvo miedo. Os animo a que vosotros tampoco lo tengais.