Jueves, 23 de septiembre de 2010. Lucas 12,32-48.

EVANGELIO


El tetrarca Herodes se enteró de todo lo que pasaba, y estaba muy desconcertado porque algunos decían: "Es Juan, que ha resucitado". Otros decían: "Es Elías, que se ha aparecido", y otros: "Es uno de los antiguos profetas que ha resucitado". Pero Herodes decía: "A Juan lo hice decapitar. Entonces, ¿quién es este del que oigo decir semejantes cosas?". Y trataba de verlo.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

Como siempre y en todas las épocas, la figura de Jesús causa, y ha causado confusión. Lo malo de ello, no es tanto que la gente no termine de enterarse de quién es Él, o de cuál es el sentido de su mensaje, su vida y de su muerte y resurrección, si no, más bien, el problema está en los que quieren “vendernos” un Jesús hecho a su medida, bueno, a la medida de su pensamiento… Y esto sí que es serio, y hay para todos los gustos…Tanto los que se empeñan en presentarnos a un Cristo alejado de la vida, de los problemas y de las situaciones cotidianas, feliz en su cielo de ángeles y nubes, como los que enarbolan la bandera del progresismo y nos acercan a un Jesús revolucionario, comunista y con aspecto de Che (pero esto ya está un poco pasado de moda, ¿no?) Quizá lo importante sea buscar dentro de nuestro corazón, ahondar en la experiencia de encuentro con Él en nuestra propia vida y caminar seguros, de su mano, sabiendo, teniendo claro que “lo que hagamos a uno de estos, nuestros hermanos más pequeños, se lo hacemos a Él”. Y así, ni nos confundiremos, ni nos engañarán…