evangelio
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Después de
esto, Jesús andaba por Galilea, y no podía andar por Judea, porque los judíos
buscaban matarle.
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Pero se
acercaba la fiesta judía de las Tiendas.
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Pero
después que sus hermanos subieron a la fiesta, entonces él también subió no
manifiestamente, sino de incógnito.
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Decían
algunos de los de Jerusalén: «¿No es a ése a quien quieren matar?
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Mirad cómo
habla con toda libertad y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido de veras las
autoridades que este es el Cristo?
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Pero éste
sabemos de dónde es, mientras que, cuando venga el Cristo, nadie sabrá de
dónde es.»
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Gritó,
pues, Jesús, enseñando en el Templo y diciendo: «Me conocéis a mí y sabéis de
dónde soy. Pero yo no he venido por mi cuenta; sino que verdaderamente me
envía el que me envía; pero vosotros no le conocéis.
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Yo le
conozco, porque vengo de él y él es el que me ha enviado.»
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Querían,
pues, detenerle, pero nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su
hora.
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EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Llegan los momentos de persecución, los momentos difíciles en la andadura
de Nazareth.
Es impresionante el diálogo final de la famosa película "La
misión". Después de que se ha producido la cruel matanza de los
jesuitas y de los indios guaraníes, el cardenal Altamirano pregunta a los
embajadores de España y Portugal si había sido necesario derramar tanta
sangre. Uno de ellos le responde: «Desengáñese, excelencia, en este mundo
tenemos que vivir». El cardenal Altamirano, con el rostro lleno de
tristeza, le dice entonces: «No, señor embajador, somos nosotros los
responsables de este mundo. Soy yo el responsable de este mundo».
No acusemos solamente a los judíos; démonos hoy un sentido golpe de pecho,
porque todos nosotros seguimos siendo responsables de la pasión de
Cristo, que aún no ha acabado. No podemos encoger los hombros porque «en
este mundo tenemos que vivir». «Somos nosotros los responsables de este
mundo... Soy yo el responsable de este mundo». Son nuestros
hermanos, la gente que está a nuestro alrededor.
Pero la cruz no es el último destino de quien sigue a Cristo. Si los
cristianos asumimos esa cruz inevitable en todo aquel que se esfuerza por
ser él mismo más humano y por construir un mundo más habitable, es porque
queremos arrancar para siempre del mundo y de nosotros el mal y el
sufrimiento. A una vida crucificada como la de Jesús sólo le espera
resurrección. P´adelante
Tenía hambre y vosotros habéis
organizado una mesa para discutir sobre mi hambre: os lo agradezco.
Estaba desnudo y ,vosotros examinasteis seriamente las consecuencias
morales de mi desnudez: os lo agradezco.
Estaba enfermo y vosotros os arrodillasteis para agradece al Señor el
haberos dado la salud: os lo agradezco.
Estaba sin techo y vosotros hablasteis de las riquezas del amor de Dios:
os lo agradezco. . , Vosotros, tan religiosos y tan cercanos a Dios.
Pero yo tengo hambre todavía, y
estoy solo, desnudo, enfermo, prisionero, sin techo... AYÚDANOS, SEÑOR, A AMAR
EN CONCRETO
VAMOS P´ALANTE FUSQUITA, QUE LAS CORNAS DE LA VIDA NO TUMBAN FACILMENTE A
QUIEN CREE EN LA MANO IZQUIERDA.
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