miércoles, 23 de abril de 2014

Jueves 24 de abril. Lc 24,35-48

EVANGELIO

Los discípulos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Todavía estaban hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu, pero Jesús les preguntó: "¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas?
Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo". Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies. Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les preguntó: "¿Tienen aquí algo para comer?".
Ellos le presentaron un trozo de pescado asado; él lo tomó y lo comió delante de todos.
Después les dijo: "Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos".
Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras,
y añadió: "Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados.
Ustedes son testigos de todo esto."

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

Evidentemente las apariciones de Jesús tras su muerte, resucitado, no tienen ninguna verificación histórica, ni debemos buscarla….lo que si nos debe espolear y reavivar es la esperanza, que es la misma que él infunde en aquellos que, tras su muerte, la habían perdido. Lo que hace Jesús, es mostrarse más cercano, si cabe, a sus amigos, con lo que queda por encima de todo refrescada la humanidad del Maestro, la cercanía en momentos de zozobra y sin sentido.
Además lo hace, comiendo y bebiendo, dos aspectos tan humanos como que todo lo celebramos así….la iglesia que nacía en este momento lo hace con gestos y símbolo profundamente humanos….es Jesús el que hoy sigue humanizando el mensaje del evangelio, el que espanta miedos y fantasmas, dando paz, renovando la ilusión perdida, haciendo que vivamos la esperanza.


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