Martes 8 de abril. Jn 8,21-30

EVANGELIO

Jesús dijo a los fariseos: "Yo me voy, y ustedes me buscarán y morirán en su pecado. Adonde yo voy, ustedes no pueden ir".

Los judíos se preguntaban: "¿Pensará matarse para decir: 'Adonde yo voy, ustedes no pueden ir'?".

Jesús continuó: "Ustedes son de aquí abajo, yo soy de lo alto. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo.

Por eso les he dicho: 'Ustedes morirán en sus pecados'. Porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados".

Los judíos le preguntaron: "¿Quién eres tú?". Jesús les respondió: "Esto es precisamente lo que les estoy diciendo desde el comienzo.

De ustedes, tengo mucho que decir, mucho que juzgar. Pero aquel que me envió es veraz, y lo que aprendí de él es lo que digo al mundo".

Ellos no comprendieron que Jesús se refería al Padre.

Después les dijo: "Cuando ustedes hayan levantado en alto al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy y que no hago nada por mí mismo, sino que digo lo que el Padre me enseñó.

El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada".

Mientras hablaba así, muchos creyeron en él.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

En varias ocasiones dice Jesús en este relato: Yo soy….y no nos debemos quedar solo con que está diciendo que él es Dios, como definición de éste, sino más bien con que él actúa como ese Dios, y ¿cómo es esto?...Dios actúa en la historia liberando a los oprimidos y a los que sufren. Así es Dios. Y donde suceden estas cosas es donde acontece Dios y donde está Dios. Es por ello, que cuando Jesús se identifica con Dios no se está aplicando en esencia la divinidad, sino que identifica su conducta y su manera de actuar con la de Dios…y repetimos, esto es liberando del sufrimiento a los oprimidos por cualquier causa o injusticia. Pronto celebraremos el viernes santo, recuerdo de la muerte en crus de Jesús….no murió por ser hijo de Dios o por blasfemo…murió por unirse a un proyecto que era ponerse del lado de los que sufren y mostrarse en contra de las autoridades, tanto políticas como religiosas, que permitían, alentaban y fomentaban dichas injusticias.