jueves, 10 de abril de 2014

REFLEXIONES PARA LA SEMANA SANTA 2014



LA PASIÓN.
La pasión de Cristo no es sólo una página del pasado. Es también una página del  presente, en la que seguimos teniendo responsabilidad. La pasión de Cristo no ha  terminado. Cristo sigue hoy sufriendo en el hombre hermano, con el que Jesús se ha  identificado: 
--Hoy sigue Cristo sufriendo la pasión cuando no sabemos acompañar a nuestros  hermanos que sufren, que sienten angustia y se sienten solos, como hicieron los discípulos  predilectos en el huerto de Getsemaní .
--Hoy sigue Cristo sufriendo la pasión cuando vendemos nuestra vida por treinta monedas  de plata; cuando nuestro deseo de medrar nos lleva a hacer negocios no tan limpios y a no  prestar a nuestros hermanos la ayuda que necesitan: cuando vendemos nuestros mejores  ideales a causas que no merecen la pena.
--Hoy Cristo sigue sufriendo la pasión cuando buscamos en la violencia la solución de los  problemas, como aquellos que prendieron a Jesús con palos y espadas; cuando dejamos  que cualquier tipo de violencia injusta se apodere de nuestro corazón; cuando no estamos  convencidos de que «quien usa espada, a espada morirá».
--Hoy Cristo sigue sufriendo la pasión cuando acusamos injustamente a los hombres,  como lo hicieron los líderes religiosos de Jerusalén y los falsos testigos; cuando no  respetamos a los hombres y los acusamos sin verdad; cuando descalificamos injustamente a  los que nos denuncian nuestro bienestar y nuestra instalación.
--Hoy Cristo sigue sufriendo la pasión cuando le negamos por vergüenza y cobardía,  como hizo Pedro; cuando nos dejamos arrastrar por el respeto humano y no confesamos  con valentía y sinceridad nuestra fe; cuando no defendemos la causa de la justicia por  miedo a los problemas y dificultades que ello nos puede traer.
--Hoy Cristo sigue sufriendo la pasión cuando nos lavamos las manos como Pilato; cuando  no vivimos comprometidos con la causa de los que sufren; cuando encogemos los hombros  y no defendemos la verdad y la justicia, por miedo a las consecuencias que  pueden seguirse.
--Hoy Cristo sigue sufriendo la pasión cuando nos dejamos arrastrar por las corrientes  hoy en boga, como hicieron las turbas de Jerusalén; cuando somos uno más del montón,  que condenamos a ciertos hombres porque todo el mundo lo hace así, sin ponderar lo que  hay de verdad en esas condenas.
--Hoy Cristo sigue sufriendo la pasión cuando nos burlamos de los que sufren, de los  marginados de la sociedad, como hicieron los soldados; cuando nos reímos del dolor ajeno,  especialmente de los débiles.
No acusemos solamente a los judíos; démonos hoy un sentido golpe de pecho, porque  todos nosotros seguimos siendo responsables de la pasión de Cristo, que aún no ha  acabado. No podemos encoger los hombros porque «en este mundo tenemos que vivir».  «Somos nosotros los responsables de este mundo... Soy yo el responsable de este  mundo». 

JUEVES SANTO


La tradición sobre la institución de la eucaristía, que Pablo había recibido del Señor, viene precedida en la Carta a los corintios de otro exordio, menos solemne ahora, en que el apóstol critica las desigualdades de los cristianos al celebrar la cena del Señor: «Mientras uno pasa hambre, otro se embriaga... ¿o es que despreciáis a la Iglesia de Dios y avergonzáis a los que no tienen?». Y acaba afirmando con dureza: «Examínese, pues cada cual, y coma entonces el pan y beba el cáliz. Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo». Un autor, A. Pronzato, añade el siguiente comentario: «Hay algo peor que no creer en la presencia real, y es creer en una presencia real "tranquilizadora", que no nos lleve a "perder", a "entregar nuestra vida"». Y Xavier ·Pikaza-X añade: «El pan consagrado de Cristo es inseparable del vino del sacrificio; sin la entrega de la vida por los otros no puede haber eucaristía. Es también inseparable de la comunión concreta con los fieles en el plano de la justicia, del trabajo compartido, de la comunicación de bienes».



 VIERENES SANTO



LA primera palabra de Jesús no es la cruz. Y su mensaje central no es la predicación de  la muerte sino el anuncio de una Buena Noticia: la bondad infinita de Dios que quiere la  felicidad total del hombre.
Por eso, la actuación de Jesús no ha consistido en «producir cruces» ni crear sufrimiento.  Ni su palabra ha sido para legitimar las cruces que unos hombres imponen sobre los  hombros de otros. Toda su vida ha sido, por el contrario, una lucha contra el sufrimiento. Un combate por  liberar a los crucificados de toda clase de sufrimiento y de mal.
Es esto lo que resuena a través de todo el evangelio: una llamada a todos para evitar el  sufrimiento producido por los hombres, y una esperanza para dar sentido último a la cruz  inevitable de nuestra existencia finita y mortal.
Los creyentes no debemos olvidar nunca que toda la actuación y el mensaje de Jesús  está orientado a liberarnos de las cruces de la vida y a hacernos más llevadero el peso de  nuestra existencia.



RESURRECCIÓN


«Dicen que estoy amenazado de muerte... ¿Quién no está amenazado de muerte? Lo estamos todos desde que nacemos... Pero hay en la advertencia un error conceptual. Ni yo ni nadie estamos amenazados de muerte. Estamos amenazados de vida, amenazados de esperanza, amenazados de amor.
Estamos equivocados. Los cristianos no estamos amenazados de muerte. Estamos «amenazados» de resurrección. Porque además del Camino y la Verdad, él es la Vida, aunque esté crucificada en la cumbre del basurero del Mundo».
Ser testigo de la resurrección es algo muy hermoso y es nuestra tarea, pero, dada la cultura de muerte que  impera entre nosotros, exige no pocos compromisos. Por ejemplo, el testigo de la Pascua  debe:
-- Luchar contra todo lo que origina muerte y conduce a la muerte, contra los violentos e  injustos, contra los que siguen crucificando la vida y sembrando la corrupción. Defender la  vida en plenitud. Esta defensa vale para la naturaleza toda. El hombre de Pascua debe ser el mejor  ecologista.

FELICIDADES, ESTAMOS AMENAZADOS DE VIDA. P´ALANTE SIEMPRE, Y MANDE QUIEN MANDE CARTUCHO EN EL CAÑÓN.....EN LA LUCHA NO SE AFLOJA.


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