lunes, 13 de abril de 2009

Martes,14 abril. Jn 20,11-18

EVANGELIO:
María se quedó fuera, junto al sepulcro, llorando. Y llorando como es­taba, se agachó a mirar dentro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sen­tados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y el otro a los pies. Los ángeles le preguntaron: "Mujer, ¿por qué lloras?" Ella les dijo: "Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto." Apenas dicho esto, volvió la cara y vio allí a Jesús, aunque no sabía que fuera él. Jesús le preguntó: "Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?" Ella, pensando que era el que cuidaba el huerto, le dijo: "Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto, para que yo vaya a buscarlo." Je­sús entonces le dijo: "¡María!" Ella se volvió y le respondió en hebreo: "¡Rabuni! (que quiere decir "Maestro")." Jesús le dijo: "Suéltame, porque todavía no he ido a reunirme con mi Padre. Pero ve y di a mis hermanos que voy a reunirme con el que es mi Padre y vuestro Padre, mi Dios y vuestro Dios." Entonces fue María Magdalena y contó a los discípulos que había visto al Señor, y también lo que él le había dicho.
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Cuantos ríos de tinta se han escrito sobre la Magdalena. Ni siquiera sabemos exacatamente quien fue esta mujer. Probablemente varías mujeres de los relatos evangélicos hagan referencia a esta buena mujer. Lo cierto es que debía ser alguién importante para el de nazareth, porque está al pie de la cruz y como protagonista en las apariciones. Había una comunión personal entre Jesús&María Magdalena. Una común unión que llevó a esta buena mujer a descubrir lo que es la vida, lo que significa estar vivo eternamente.
En el fondo ella sabía que a quien mucho ama, mucho se le perdona. Y además que le gustaría pasar mucho + tiempo ( mucho más) con la persona que ama. Eso es...

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