miércoles, 1 de abril de 2009

JUEVES 2 DE ABRIL.Evangelio según San Juan 8,51-59.

EVANGELIO
Les aseguro que el que es fiel a mi palabra, no morirá jamás". Los judíos le dijeron: "Ahora sí estamos seguros de que estás endemoniado. Abraham murió, los profetas también, y tú dices: 'El que es fiel a mi palabra, no morirá jamás'. ¿Acaso eres más grande que nuestro padre Abraham, el cual murió? Los profetas también murieron. ¿Quién pretendes ser tú?". Jesús respondió: "Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. Es mi Padre el que me glorifica, el mismo al que ustedes llaman 'nuestro Dios', y al que, sin embargo, no conocen. Yo lo conozco y si dijera: 'No lo conozco', sería, como ustedes, un mentiroso. Pero yo lo conozco y soy fiel a su palabra. Abraham, el padre de ustedes, se estremeció de gozo, esperando ver mi Día: lo vio y se llenó de alegría". Los judíos le dijeron: "Todavía no tienes cincuenta años ¿y has visto a Abraham?". Jesús respondió: "Les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy". Entonces tomaron piedras para apedrearlo, pero Jesús se escondió y salió del Templo.
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Una palabra clave en el Evangelio de hoy: FIDELIDAD…si llegamos a ser fieles a Jesús y su mensaje, la FELICIDAD se hará carne y habitará entre nosotros. Esta fidelidad exige y mucho…exige no vender tu conciencia por menos de nada, exige vivir de tal manera que tu vida sea testimonio del hijo del carpintero, exige ponerse del lado de los que nunca ganan y siempre pierden, de los que buscan un gesto, un detalle sencillo para calmar su desesperanza, exige posicionarse contra los que cometen injusticias, y denunciar a aquellos que tendrían que ser los abanderados de la justicia evangélica y a veces son los encubridores de la verdad en busca de la poltrona y el color púrpura, exige tener la autoridad del que vive coherentemente entre lo que dice y lo que hace….exige vivir en permanente estado de alegría y entusiasmo y colocar la bandera de la utopía evangélica frente al cabo de poca esperanza. Si esto lo encarnáramos, más de una vez nos tocaría salir corriendo como a Jesús porque nos querrían apedrear, porque decir la verdad poniendo el Evangelio como argumento de autoridad escuece y hace que salgan ampollas…si queremos resucitar preparen sus piernas y a esconderse porque nos querrán apedrear…

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