viernes, 3 de abril de 2009

...también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros.

ESPECIAL SEMANA SANTA 09.

festum festorum

- LA FUSCA DE LA VIDA-: invitados a resucitar…. Siempre.

EVANGELIOS:
DOMINGO DE RAMOS Mc 14, -15,47.
JUEVES SANTO Jn 13,1-15
VIERNES SANTO Jn 18,1-19.42
SÁBADO DE RESURRECCIÓN Mc 16,1-7

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
DOMINGO DE RAMOS:
…ahora es, más bien, el tiempo de posicionarse. De preguntarse y ¿yo dónde estoy?:
- Si dejas que el miedo te amordace, te aleje, o te haga traicionar a un amigo, o te quite la fuerza para defender tus convicciones más profundas... ¡ten cuidado! Te vas pareciendo a Pedro (No conozco a ese hombre que decís).
- Si ves que el dinero, o la frivolidad va pesando demasiado en tus decisiones, o te hace perder el sueño, o la cabeza, o te llega a esclavizar hasta el punto de ser más fuerte que el amor a Dios y a los demás ... ¡malo! A Judas le pasó lo mismo (“Uno de vosotros me va a entregar: uno que está comiendo conmigo").
- Si dejas que las compañías de turno te hagan cambiar de ideas, si dejas de ser coherente , o si estás siempre en la comparsa del sol que más calienta; o si el domingo gritabas: “Hosanna al Hijo de David”, y el viernes: “Crucifícalo”... eres, por desgracia, como ese pueblo que se dejó manejar contra Jesús (Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás).
- Si has probado ya el sabor del poder, y te ha gustado hasta el punto de plegarte alguna vez al soborno, o de lavarte las manos dejando que pierda el inocente sólo porque es más débil , o de halagar al pueblo para seguir mandando... ¡piénsalo bien! No te olvides de Pilato (Pilato, queriendo dar gusto a la gente, les soltó a Barrabás, y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran).
- Si estás entre los indiferentes y los cínicos. Quizás seas de los que hacen risa de la religión, de la Iglesia y de los que luchan por el Reino. Quizás seas de los que se ríen de todo, pero no están dispuestos a hacer nada. ¿No estamos asistiendo, acaso, a una constante caricatura contra la fe y la moral?
- Podemos ser de los cobardes que huyen, de los que ante las dificultades se echan atrás. El evangelio, refiriéndose a los apóstoles, dice: “Abandonándole, huyeron todos”. ¿Y nosotros? ¿No te parece que, de una Iglesia “triunfalista” y fuera de contexto, hemos pasado, en los últimos tiempos, a un cristianismo “timorato” y “contemporizador”, que no dice nada a nadie?
- Podríamos ser “Cireneos” y “Verónicas”. ¡Quién lo duda! Gracias a Dios, en nuestra sociedad, se dan gestos limpios de amor y de entrega. Existen personas, cuyas “corazonadas” salvan al mundo de muchas bajezas. Llevan grabado en su corazón el rostro doliente del Cristo-Universal y ayudan a llevar la cruz, de muchas maneras, a otros. Limpiando el sudor a un enfermo, o acompañando la soledad de un anciano...
- No quiero pensar que estés entre los que golpean, o entre los que se burlan, o entre los que primero deciden condenar a Jesús para después buscar pruebas en qué apoyarse ("Los sumos sacerdotes y el sanedrín en pleno buscaban un testimonio contra Jesús para condenarlo; y no lo encontraban").
- Quisiera, mejor, verte de pie junto a la cruz como María, como Juan y la tan mal tratada magdalena, como aquellas mujeres valientes; solidario con el débil crucificado, con el injustamente condenado, con el expulsado de su tierra, con el pobre...
- Pero no te quedes en simple espectador. Ante un drama de esta clase no cabe ser neutral. Toma, de una vez, partido: o con Él, o contra Él.
JUEVES SANTO:
-. Recordamos su manera de vivir: saber lavar los pies.
Puso el mundo al revés, los primeros lavan los pies…. Con razón dijo Pedro que el no quería, porque no quería que se cambiara el mundo, donde los que están arriba en la pirámide jerárquica deben lavar los pies… o sea hacer el trabajo de los esclavos, que poco hemos aprendido en este sentido. Pufff!!!
-Si Dios nos libera (nos ha liberado ya), también nosotros tenemos que trabajar por la liberación de los demás.
-Si Dios nos alegra (y nos ha quitado hasta la pena por la muerte), nosotros tenemos que alegrar, en hondura, la existencia del prójimo.
-Si Dios nos ilumina, nosotros tenemos que poner luz en la existencia de todo ser humano que se siente en tinieblas (y no podemos olvidar que todos, antes o después, por una razón u otra, pasamos por la experiencia de la oscuridad en la vida). El Jueves Santo nos trae una realidad y un desafío. El Jueves Santo nos trae, en limpio, el amor de Dios; el Jueves Santo es el «día de los enamorados» de Dios. Recordar, también que para lavar los pies hay que levantarse de la silla y de la situación en que te encuentras; hay que salir de la comodidad y de la instalación; hay que levantarse de la mesa bien servida. No se puede ofrecer amistad desde arriba. No se puede quedar sentado cuando hay tanto que hacer. Y hay que quitarse el manto; hay que despojarse de tantos apegos que atan y estorban; hay que despojarse del apego a sí mismo; hay que despojarse del poder y la gloria, como hizo el siempre carpintero de Nazareth. Sólo el que se despoja es capaz de amar. Cuando se es rico, no hay espacio para el hermano.
VIERNES SANTO:
La primera palabra de Jesús no es la cruz. Y su mensaje central no es la predicación de la muerte sino el anuncio de una Buena Noticia: la bondad infinita de Dios que quiere la felicidad de todos.
Por eso, la actuación de Jesús no ha consistido en «producir cruces» ni crear sufrimiento. Ni su palabra ha sido para legitimar las cruces que unos hombres imponen sobre los hombros de otros. Toda su vida ha sido, por el contrario, una lucha contra el sufrimiento. Un combate por liberar a los crucificados de toda clase de sufrimiento y de mal.
El sufrimiento no tiene ningún valor en sí mismo. Es una experiencia negativa que ningún hombre sano ha de buscar. Pero al mismo tiempo, es una experiencia ante la cual hemos de tomar postura. Y es aquí donde el cristiano acude al Crucificado para aprender a vivir de manera humana los diferentes sufrimientos.
Pero la cruz no es el último destino de quien sigue a Cristo. Si los cristianos asumimos esa cruz inevitable en todo aquel que se esfuerza por ser él mismo más humano y por construir un mundo más habitable, es porque queremos arrancar para siempre del mundo y de nosotros el mal y el sufrimiento. A una vida crucificada como la de Jesús sólo le espera resurrección.
DOMINGO DE RESURRECCIÓN:
«Dicen que estoy amenazado de muerte... ¿Quién no está amenazado de muerte? Lo estamos todos desde que nacemos... Pero hay en la advertencia un error conceptual. Ni yo ni nadie estamos amenazados de muerte. Estamos amenazados de vida, amenazados de esperanza, amenazados de amor.
Estamos equivocados. Los cristianos no estamos amenazados de muerte. Estamos «amenazados» de resurrección. Porque además del Camino y la Verdad, es Vida, aunque esté crucificada en la cumbre del basurero del Mundo».
Ser testigo de la resurrección es algo muy hermoso y es nuestra tarea, pero, dada la cultura de muerte que impera entre nosotros, exige no pocos compromisos:
-- Luchar contra todo lo que origina muerte y conduce a la muerte, contra los violentos e injustos, contra los que siguen crucificando la vida y sembrando la corrupción.
-- Combatir, por lo mismo, las causas de la pobreza, las estructuras opresivas e insolidarias, el egoísmo que anida en el corazón del hombre y en el corazón del mundo.
-- Defender la libertad verdadera contra toda situación esclavizante. Esta situación puede ser íntima e individual, puede ser familiar, social y aun eclesiástica.
-- Trabajar por la paz. La paz es también un don de la Pascua que Cristo resucitado ofrecía a sus discípulos. Una vez conseguida después de dura batalla. El que vive la Pascua debe irradiar la paz y debe construir la paz, dondequiera se sienta herida o amenazada.
-- Ser testigo de alegría y esperanza. Saber dar razón de nuestra fe ante todos aquellos que no creen en la primavera y no quieren florecer. Decir que los ideales son necesarios y que las utopías son posibles. No tienen razón los mediocres, los conformistas, los rutinarios.
-- Vivir en la verdad. Sentir lo que decimos, lo que pensamos, cumplir lo que prometemos, vivir lo que creemos, enseñar lo que aprendemos, compartir lo que tenemos, soñar lo que vivimos, esforzarnos por mejorar… día a día.
-- Vivir en el amor. Perdonar y comprender, que difícil, pero que buena tarea. Hombres y mujeres que se entregan, que ayudan, que comprende, que corazón del mundo.

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