miércoles, 27 de enero de 2010

Jueves, 28 de enero. Marcos 4, 21-25

EVANGELIO:

En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: -«¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.» Les dijo también: -«Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

Nuestra vida tiene que estar siempre en la luz. Es lo que hemos bebido del mensaje de Jesús. Él es luz en nuestro camino y hace que aún en la oscuridad más absoluta, vislumbremos la certeza de su presencia. Por eso, no podemos permitirnos el lujo de guardar para nosotros lo que hemos recibido gratis. De ocultar y de no transparentar en nuestra vida cotidiana la alegría sencilla y contagiosa que nace de sabernos amados, de darnos con sencillez a nuestros hermanos y de sentirnos inmensamente afortunados por gozar de la luz de su presencia entre nosotros, amigos, que nos hace caminar más deprisa en el día a día de nuestra existencia.

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