viernes, 15 de enero de 2010

Marcos 2: 13 - 17 . sábado16 de enero

EVANGELIO:
Salió de nuevo por la orilla del mar, toda la gente acudía a él, y él les enseñaba.
Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme.» El se levantó y le siguió.
Y sucedió que estando él a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los que le seguían.
Al ver los escribas de los fariseos que comía con los pecadores y publicanos, decían a los discípulos: «¿Qué? ¿Es que come con los publicanos y pecadores?»
Al oír esto Jesús, les dice: «No necesitan médico los que están fuertes, sino los que están mal; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.»
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
¿ Pero qué es eso de comer con pecadores? Pero donde se ha visto cosa igual, por favor, diría un obispo cualquiera de nuestro tiempo. Sentarse a la mesa de lo pecadores, pero por favor… dónde vamos a ir a parar. Los jefes esprirituales se ponen nerviosos, aunque seguro siguen comiendo bien, durmiendo mejor.
El problema es que desconocen a Dios… si. Porque el evangelio, o sea; la buena Noticia se dirige a los pobres, necesitados y entre ellos están los pecadores. Si tú, te tienes por discípulo de Jesús, pues el camino está marcado-.
Dónde vas a atender más a los sanos que a los efermos, empieza por el principio del comienzo.
ME DUELE HAITÍ, mucho más que la pobreza espiritual de nuestro tiempo, pero mucho mucho mucho más, aunque luego se diga que se mal interpretan las palabras…. ¡ que pena!

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