miércoles, 13 de enero de 2010

Marcos 1, 40-45. Jueves 14 de Enero

Evangelio:
En aquel tiempo se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: “Si quieres, puedes limpiarme”. Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó diciendo: “Quiero: queda limpio”. La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio. El lo despidió, encargándoles severamente: “No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés. Pero cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.



EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Los leprosos: debían irse fuera de la ciudad, odiados por todos, malditos, nadie debía tocarlos, si se acercaban a un lugar habitado o se cruzaban con alguien debían gritar... pero esto por ley, lo decía la ley de Moisés. Debía andar harapiento, despeinado, barba tapado, y gritando toda su vida: impuro. Dios les había castigado por ser unos pecadores. Marginados sociales justificada con argumentos religiosos. Y así los sanos; no sólo podían desentenderse tranquilamente de los enfermos sino también presumir de buenos.
Con la ley de Dios en la mano, se pueden cerrar muchas puertas, cerramos las puertas: al divorciado, a los casados por lo civil, a las madres solteras, homosexuales, al pobre, a los que no piensan como nosotros, a los que no rezan como yo diga, a los que no celebran los sacramentos a mi estilo, también al maloliente, ancianos, solitarios, Al niño mendigo, el drogadicto, el africano, molesta, es mejor mantenerse lejos, que no nos manche la miseria, utilicemos vayas, alambradas, muros, gritos, discursos, etc. Jesús no lo hizo; con la ley de Dios en la mano, no lo hizo, pensemos quien a nuestro alrededor al estilo leproso, nos dice:
- si quieres puedes darme comprensión
- si quieres puedes darme unos minutos de tu atareado tiempo
- si quieres puedes quererme
- si quieres acompáñame
- si quieres puedes encender una luz en mi vida
- si quieres puedes abrir puertas
- si quieres puedes calmar mi hambre...

ARRIBA HAITÍ… hoy la fusca de la vida está en alma, vida y corazón contigo. P´alante

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