lunes, 20 de mayo de 2013

Martes 21 de mayo. Mc 9,30-37

EVANGELIO

Se marcharon de allí y se desplazaban por Galilea. Jesús quería que nadie lo supiera,
porque iba enseñando a sus discípulos. Y les decía: «El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo harán morir, pero tres días después de su muerte resucitará.»
De todos modos los discípulos no entendían lo que les hablaba, y tenían miedo de preguntarle qué quería decir.
Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, Jesús les preguntó: «¿De qué venían discutiendo por el camino?»
Ellos se quedaron callados, pues habían discutido entre sí sobre quién era el más importante de todos.
Entonces se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Si alguno quiere ser el primero, que se haga el último y el servidor de todos.»
Después tomó a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:
«El que recibe a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe, no me recibe a mí, sino al que me ha enviado.»

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
La lógica de Jesús no coincide con la nuestra y es que vino para poner el mundo al revés, ¡y de qué manera! Los primeros serán los últimos, los publicanos y las prostitutas nos precederán en el Reino de los Cielos, son felices los pobres, los perseguidos, los que lloran, nos pide que perdonemos siempre y que pongamos la otra mejilla cuando nos hagan daño...en definitiva, nos habla claro con palabras que hoy (tampoco en su tiempo) nadie quiere escuchar: dar la vida, llevar la cruz...y para colmo, nos dice que la felicidad consiste en ser los últimos y en servir a los demás; eso, ¡El mundo al revés!
¿Somos capaces de vivir su mensaje en nuestro día a día? ¿En cada situación concreta? ¿En el trabajo, en casa, con nuestros amigos? ¿Sirvo a cada uno?¿No me importa ser el último? o, por el contrario, quiero a toda costa que se me reconozca el trabajo que hago o lo bueno que soy?
¿Me siento dichoso y feliz, si me opongo al poder, si no me alío con los fuertes, si busco el último sitio, si tengo ojos y corazón de niño? "Si no os hacéis como niños no entraréis en el Reino de los Cielos" "El que recibe a un niño como éste en mi nombre, a Mí me recibe".
El mensaje no puede ser más claro y la recompensa más evidente: vivir la bienaventuranza de los seguidores de Jesús: "Estad felices y contentos porque vuestros nombres están inscritos en el cielo" "Te doy gracias, Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y se las has manifestado a los pobres y sencillos" ¿Te apuntas?

1 comentario:

  1. Atrévete a querer
    sin garantías,
    sin cáculos ni sumas 0,
    sin conservantes ni colorantes artificiales.

    Atrévete a querer
    sin miedo, sin vergüenza,
    sin inmunidad diplomática
    ni a medias tintas.

    Atrevete a querer simplemente
    A CORAZÓN ABIERTO!

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