miércoles, 3 de diciembre de 2014

Domingo 7 de diciembre. Mc 1,1-8

 EVANGELIO

Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios. 
Como está escrito en el libro del profeta Isaías: Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino. 
Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos, 
así se presentó Juan el Bautista en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. 
Toda la gente de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él, y se hacían bautizar en las aguas del Jordán, confesando sus pecados. 
Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo: 
"Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. 
Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo". 


EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO ES PURA DINAMITA

Juan el Bautista fue un profeta de los pies a la cabeza, cumplió como nadie la doble función profética de anunciar la Palabra, la Buena Noticia, y por otro lado, denunciar las injusticias y a los que las cometían. Como buen profeta, coherente con su condición, sufrió la lógica intolerancia que esto supone y lleva consigo. El Bautista, no era hombre de consenso en la opinión de los otros, más bien de disensión, porque como buen profeta no se casaba con nadie, no le bailaba el agua a ningún poderoso y denunció con valentía los errores de los fariseos, de los militares y de los publicanos de la época.
Si miramos hoy a Juan el Bautista, podemos preguntarnos…¿no son hombres y mujeres de este estilo y esta categoría los que necesitamos en nuestro mundo?...personas valientes y que con el evangelio en el corazón nos recuerden que no podemos creer en quien encarnó la justicia por excelencia, y ser transigentes con las injusticias que vemos y oímos…hombres y mujeres que con la Buena Noticia por bandera testimonien con su palabra y su obra que Jesús, sigue teniendo mucho que decir aquí y ahora…y cuando busquemos a estos hombres y mujeres, no nos vayamos muy lejos, no los vamos a encontrar en Internet donde se encuentra casi todo…vayamos a nuestros corazones, a los de los que tenemos cerca, porque allí es donde los vamos a encontrar…estamos llamados a encarnar la profecía sin miedo, sin seguridad…pero con emoción y pasión…. El reto es apasionante, pongámonos en camino, seamos caminantes que tratan de acompañar y curar heridas, sin olvidar nunca que el caminante al estilo de Jesús:
No vende, ofrece
No cobra, comparte
No predica, explica
No asusta, consuela
No juega, se la juegan
No se marcha, sigue caminando
No explota,
No olvida, ama.
No castiga, libera

En este Adviento TENEMOS MUCHO QUE ESPERAR Y MUCHO QUE AMAR.


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