Martes 29 de enero. Mc 3,31-35

EVANGELIO

Entonces llegaron su madre y sus hermanos y, quedándose afuera, lo mandaron llamar.
La multitud estaba sentada alrededor de Jesús, y le dijeron: "Tu madre y tus hermanos te buscan ahí afuera".
El les respondió: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?".
Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de él, dijo: "Estos son mi madre y mis hermanos.
Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre".

 

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

 

No se puede entender al Hijo sin la Madre...Jesús sin el acompañamiento cercano de María no sería el mismo, ella siempre está en su sitio, en la retaguardia, dejando hacer al hijo pero sin perderle de vista...se le han puesto muchos "apellidos" a la Madre, pero el que más le gusta a la fusca es el de Nuestra Señora del SÍ...Siempre dispuesta a lo que haga falta, cuando, donde y como haga falta...ejemplo claro de lo que intentamos, muchas veces sin acierto...tras los pasos de Jesús con el ejemplo de ella...debía ser mujer de pocas apreturas existenciales y bastante echada palante...nos gusta la gente así, en definitiva es la única que nos gusta, la que no calcula a la hora de amar...y más en definitiva la única gente que nos interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, por compartir, con ganas de todo y sin miedo a nada...la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes y corrientes, nos gusta la gente que arde, que se entrega, que se equivoca, que se cae, pero le falta tiempo para levantarse...ese el nuestra gente, la gente del evangelio de Jesús....Palante...