Evangelio
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Terminada
la travesía, llegaron a tierra en Genesaret y atracaron.
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Apenas
desembarcaron, le reconocieron en seguida,
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recorrieron
toda aquella región y comenzaron a traer a los enfermos en camillas adonde
oían que él estaba.
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Y
dondequiera que entraba, en pueblos, ciudades o aldeas, colocaban a los
enfermos en las plazas y le pedían que tocaran siquiera la orla de su manto;
y cuantos la tocaron quedaban salvados.
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EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
ATENDER A
LOS ENERMOS….. VIDA EN ABUNDANCIA
DESBLOQUEA
tu vida y añade un nuevo contacto a tu corazón: Jesús de Nazareth. Y cuando te
llame ten la valentía de contestarle diciendo: “ Aquí estoy por si me necesitas
para algo”. Siempre encendido, con el corazón dispuesto.
Mira en tu
agenda y asegúrate que tienes grabado a Jesús como el mejor de tus amigos.
Guárdalo en
tus archivos personales, y selecciónalo como tu contacto preferido,
Con una
melodía que te recuerde la alegría de vivir y la sonrisa que tienes que
compartir.
Mira cada
día tus mensajes, y tus llamadas perdidas, para que nunca dejes a nadie de
lado, antes de borrarlas vuelve a leerlos porque puede que Jesús te necesite
para echar una mano a alguien. Utiliza el manos libres, posiblemente las
necesites libres para ayudar a mucha gente: compañeros, amigos, familiares que
esperan tu ayuda.
No te quedes
sin batería, y fuera de cobertura; porque Jesús sigue comunicándose
contigo diariamente y puede que no le escuches bien. Busca alguna antena cercana;
antenas de amor, solidaridad, paz, ayuda y compromiso, para que tu corazón
suene siempre con potencia, que todos puedan oírlo.
Lleva
siempre a punto tu cargador: para que jamás ceses de movilizarte y ayudar a
todos los necesitados.
Y antes de
colgar asegúrate de archivar el número de Jesús; el número del amor, y tu vida
será siempre una marcación rápida para la felicidad.
Y si
alguna vez te quedas sin saldo, y necesitas ayuda, o pasas un mal momento,
manda un mensaje de “ no tengo saldo”, a tus amigos, a tus papas, a tus seres
queridos, y a Jesús, ellos te recargarán gratuitamente para que sigas feliz.
Nunca cierres los labios a quienes has abierto el corazón.
ResponderEliminarCharles Dickens