14Llamó otra vez a la gente y les dijo: «Oídme todos y
entended.15Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle;
sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre.16Quien tenga
oídos para oír, que oiga.»17Y cuando, apartándose de la gente, entró en casa,
sus discípulos le preguntaban sobre la parábola.18El les dijo: «¿Con que
también vosotros estáis sin inteligencia? ¿No comprendéis que todo lo que de
fuera entra en el hombre no puede contaminarle,19pues no entra en su corazón,
sino en el vientre y va a parar al excusado?» - así declaraba puros todos los
alimentos -.20Y decía: «Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al
hombre.21Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones
malas: fornicaciones, robos, asesinatos,22adulterios, avaricias, maldades,
fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez.23Todas estas
perversidades salen de dentro y contaminan al hombre.»
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PUERA DINAMITA.
Doce acciones que
manchan, nos recuerdan que lo que Dios ha hecho no puede ser malo, es el hombre
quien puede cometer acciones que le
convierten en esclavo, por eso la fusca proclama:
No hay fe sin riesgo
Esto pienso:
que Dios Padre no te ha creado para ser cristiano,
que Dios Padre no te creó para que le sirvas,
que Dios Padre no te ha creado para que le rindas culto,
que Dios te ha creado, por encima de todo, para que consigas una
plenitud humana.
El miedo que brota de tus entrañas, la
esclavitud social, la esclavitud mental, la esclavitud económica, la esclavitud
religiosa, la esclavitud política que te ha ido contaminando mientras crecías,
han podido degradar y paralizar el desarrollo del hombre hacían la plenitud
humana.
No se consigue el Hombre sin la libertad. No os dejéis arrebatar
la libertad.
Cualquier teología cristiana, cualquier catecismo cristiano ha de
ser como una escapada, un éxodo desde el miedo a la confianza, desde la
esclavitud a la plenitud en la libertad.
Hay un montón de gente sabia, creyente, pero con miedo. Un miedo
que no exime, pero explica cobardías.
Ese miedo, a veces, es laboral: no dicen en público lo que piensan
porque se quedarían sin comer o perderían su posición social.
Pero lo más doloroso es la esclavitud que se arrastra por dentro.
Es decir, la esclavitud de los que no solo tienen miedo a los poderosos. Tienen
miedo a Dios. Se tienen miedo a sí mismo. Hay quien nunca respiró la libertad.
(¡Tener miedo a Dios! ¿Dónde está la “santidad” de ese santo temor a Dios?) El
miedo produce momias cristianas que rezan, cantan, pero que murieron como
personas. Prefieren una fe sin riesgos. ¡Como si eso fuese posible!
Quien tenga miedo a lo nuevo, no acepta
a Dios. No cree en el Espíritu que lo renueva todo. Ni en el Cristo de ayer, de
hoy y de siempre. P´ALANTE
N
Muchos son los miedos que nos esclavizan a diario,a decir la verdad, a perder un trabajo o a un ser querido, a no tener pareja, a una enfermedad...a tantas cosas. Pero tenemos que aprender a poner nuestras vidas en manos de Dios y a confiar.Un buen amigo me enseñó a vivir sin miedos, me señaló el camino y creedme se vive mucho mejor y más libre.No tengáis miedo a amar sin condiciones, a compartir, a sonreir. Animo
ResponderEliminarOs dejo este texto de Khalil Gibran que me gusta mucho:
Para vivir es necesario coraje.
Tanto la semilla intacta como la que rompe
su cáscara tienen las mismas propiedades,
sin embargo, solo la que rompe su cáscara
es capaz de lanzarse a la aventura de la vida.
Esta aventura requiere una única osadía:
descubrir que no se puede vivir a través
de la experiencia de los otros
y estar dispuesto a entregarse…
No importa lo que me espera,
yo deseo estar con el corazón abierto.
Que no tenga miedo de poner
mi brazo en el hombro de alguien.
Que yo no tema hacer algo que nadie hizo antes,
hasta que me hieran.
Déjame ser tonto hoy, porque la tontería
es todo lo que tengo para dar esta mañana.
Me pueden reprender por eso,
pero no tiene importancia, mañana, quien sabe,
yo seré menos tonto
No logro entender porqué un encuentro
Genera lo contrario de esto
Corazones cerrados y temor a los sufrimientos
Vivir en la fe no es fácil, es como embarcarnos en una aventura y el miedo y el desaliento se apoderan muchas veces de nosotros
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