martes, 18 de febrero de 2014

Miércoles 19 de febrero. Mc 8,22-26


EVANGELIO

Llegan a Betsaida. Le presentan un ciego y le suplican que le toque.
Tomando al ciego de la mano, le sacó fuera del pueblo, y habiéndole puesto saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntaba: «¿Ves algo?»
El, alzando la vista, dijo: «Veo a los hombres, pues los veo como árboles, pero que andan.»
Después, le volvió a poner las manos en los ojos y comenzó a ver perfectamente y quedó curado, de suerte que veía de lejos claramente todas las cosas.
Y le envió a su casa, diciéndole: «Ni siquiera entres en el pueblo.»

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA

Desde la humildad y reconociendo nuestros errores, podemos volver a ver, como el ciego del evangelio….son muchas nuestras cegueras…la primera y más importante no ser humildes y reconocernos ciegos, equivocados, errados….
En los últimas días tengo muy cerca de mí, demasiado, personas que nos dan su brazo a torcer, que siguen pensando y actuando sin humildad, ni criterio, ni vergüenza…
Caminamos entre la sorpresa y la indignación de observar como no son capaces de aceptar su ceguera….crónica e incurable en este caso….
Menos mal que he compartido charla de Jon Sobrino con dos grandes y buenos toreros, y nos ha servido para recordarnos y refrescarnos que la conciencia no se vende, que la autenticidad se demuestra y que la muerte nos espera, como a San Romero de Ámerica…
Días de dificultades pero noches de esperanza….mejor morir de pie que vivir de rodillas…quien tenga la llave maestra que cierre la puerta de tantas decepciones…..

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