Jueves 8 de mayo. Jn 6,44-51

EVANGELIO

«Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré el último día.

 Está escrito en los profetas: Serán todos enseñados por Dios. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que ha venido de Dios, ése ha visto al Padre.

 En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.»

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

            Desde su nacimiento el cristianismo se ha presentado como una única alegría, única y verdadera alegría; alegría que no viene de cosas materiales, tampoco de gozar de buena salud, ni siquiera es un estado de ánimo, ni lo tienen los optimistas, tampoco es reírse de todo,  la alegría nos viene del amor loco de Dios a cada uno de nosotros. Así esta alegría es una forma de estar en el mundo, una forma de entender la vida ( incluso en los momentos malos), sin alegría es imposible amar, trabajar, creer, vivir. Quien ha visto sonreír así, no lo puede olvidar jamás.  La alegría es el rostro de Dios en el hombre; sólo hay una fuente de alegría, amor y paz; Jesús de Nazareth, la única forma de vivirla es empaparse de Evangelio…. Por eso los que ponen cadenas al Evangelio en nombre de  su dios tratando de imponernos sus criterios….se ríen tan poco.

Si uno come del pan de la alegría vivirá para siempre…. Dios no ha cambiado, sabemos que el Evangelio es peligroso para quien se atreva a proclamarlo a pecho descubierto y que nuestra vida es para afrontarla con paz y amor, pero sin miedo, sin cerrarnos en casa porque algunos  en nombre de Dios, como ya hicieron los judíos, nos quieran ver huyendo con miedo a sus dedos en posición de amenaza y denuncia. … cómo temer si creemos en la Buena Nueva???