Evangelio
11Y entró
en Jerusalén, en el Templo, y después de observar todo a su alrededor, siendo
ya tarde, salió con los Doce para Betania.12Al día
siguiente, saliendo ellos de Betania, sintió hambre.13Y
viendo de lejos una higuera con hojas, fue a ver si encontraba algo en ella;
acercándose a ella, no encontró más que hojas; es que no era tiempo de higos.14Entonces
le dijo: «¡Que nunca jamás coma nadie fruto de ti!» Y sus discípulos oían esto.15Llegan
a Jerusalén; y entrando en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y
a los que compraban en el Templo; volcó las mesas de los cambistas y los
puestos de los vendedores de palomas16y no
permitía que nadie transportase cosas por el Templo.17Y les enseñaba,
diciéndoles: «¿No está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración para todas
las gentes? ¡Pero vosotros la tenéis hecha una cueva de bandidos! »18Se
enteraron de esto los sumos sacerdotes y los escribas y buscaban cómo podrían
matarle; porque le tenían miedo, pues toda la gente estaba asombrada de su
doctrina.19Y al atardecer, salía
fuera de la ciudad.20Al pasar muy de mañana,
vieron la higuera, que estaba seca hasta la raíz.21Pedro,
recordándolo, le dice: «¡Rabbí, mira!, la higuera que maldijiste está seca.»22Jesús
les respondió: «Tened fe en Dios.23Yo os
aseguro que quien diga a este monte: "Quítate y arrójate al mar" y no
vacile en su corazón sino que crea que va a suceder lo que dice, lo obtendrá.24Por eso
os digo: todo cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habéis recibido y lo
obtendréis.25Y cuando os pongáis de
pie para orar, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro
Padre, que está en los cielos, os perdone vuestras ofensas.»
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Este de Nazareth era
un ti recio, con él no valía las medias tintas… no habría que volcar hoy las
mesas de cambistas en muchísimos templos, que negocian en nombre de Dios.
En realidad no hay más
templo sagrado que Cristo y todo lo que conlleva decidir seguirle sin
condiciones. Jesús
afirma simplemente la superación de la institución del templo ya que con el
tiempo nuevo, el que ha quedado inaugurado con la irrupción del reino de Dios,
ese templo ha cumplido la función que tenía. Frivolizar sobre el
templo, banalizarlo, reducirlo a un centro comercial, a un lugar de negocio… es
vaciarlo de su verdadero sentido.
En un mundo que
impera la codicia, el falso testimonio, el robo y la carencia de respeto
hacia la vida, donde el amor al prójimo
es meramente simbólico…. No hay más remedio que volcar las mesas de los
cambistas, la situación es ya límite cuando en el día a día se atenta contra la
dignidad humana templo sagrado de Dios con mayúsculas.
Estamos
creando una civilización de culto al dinero. Hay poca gente feliz. No se puede
comprar la felicidad. El dinero abre muchas puertas pero no abre las puertas
del corazón, y menos las del corazón de Dios. Si nuestra vida es un mercado, el
templo deja de ser un lugar de encuentro con el padre. Como entender algo del
amor, la ternura y la acogida... cuando nuestra vida es un negocio.
Mande quien mande, cartucho en el cañón. P´alante