Lunes 18 de mayo. Jn 16,29-33

EVANGELIO

 

Los discípulos le dijeron a Jesús: "Por fin hablas claro y sin parábolas. 

Ahora conocemos que tú lo sabes todo y no hace falta hacerte preguntas. Por eso creemos que tú has salido de Dios". 

Jesús les respondió: "¿Ahora creen? 

Se acerca la hora, y ya ha llegado, en que ustedes se dispersarán cada uno por su lado, y me dejarán solo. Pero no, no estoy solo, porque el Padre está conmigo. 

Les digo esto para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo". 

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO ES PURA DINAMITA

 Es curioso que le digan a Jesús sus compañeros de camino que por fin habla claro, cuando esto ha sido una constante en su vida junto a ellos. Puede ser que a nosotros nos pase lo mismo, pues no se trata solo de la claridad y rotundidad con que el Maestro se manifiesta, sino también de la “limpieza” de nuestros oídos para poder escuchar y actuar conforme a lo que escuchamos. Creo que hemos perdido la capacidad de asombro y sorpresa ante las palabras siempre nuevas de Jesús. Hemos adormilado nuestro corazón y todo nos suena a lo mismo. Debemos regenerar la ilusión y dejar que su mensaje, claro y tumbativo, haga vibrar nuestras entrañas para poder salir de nuestras cuevas y oxigenar el mundo. No es problema del que habla, sino de la caraja que tenemos los que escuchamos. Algo parecido a lo de los discípulos del Evangelio de hoy.

Y cómo no, llegando estas fechas de sol y calor, de luz y vida, irrumpe la misma con nombre y apellidos…evocadores de sueños y proyectos, de corazón abierto y entregado, de entusiasmo y esperanza a raudales…sí el mismo, el único, el grande: Del Colmo….felicidades siempre a ti, y a también a todos los que te conocemos y reconocemos!!!!