EVANGELIO
Jesús levantó los ojos al cielo, y oró diciendo:
"Padre santo, cuida en tu Nombre a aquellos que me diste, para que sean
uno, como nosotros.
Mientras estaba con ellos, cuidaba en tu Nombre a los que me diste; yo los
protegía y no se perdió ninguno de ellos, excepto el que debía perderse, para
que se cumpliera la Escritura.
Pero ahora voy a ti, y digo esto estando en el mundo, para que mi gozo sea el
de ellos y su gozo sea perfecto. Yo les comuniqué tu palabra, y el mundo los odió porque ellos no son del mundo,
como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno.
Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad: tu palabra es verdad.
Así como tú me enviaste al mundo, yo también los envío al mundo. Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la
verdad."
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA
Hoy Jesús eleva una
oración al Padre por sus discípulos y seguidores…en esa misteriosa
concatenación de oraciones, podemos decir que nosotros estamos dentro de ese
gran grupo por los que Jesús hoy reza. Y qué mejor excusa que esta, para
ponernos confiadamente en mando de Dios y pedirle que nos ayude en nuestros
caminos, en nuestras dificultades y limitaciones a la hora de recorrer los
mismos…Seguramente son muchas las personas, momentos, situaciones que se nos
pasan ahora por la cabeza, intenciones que portamos en nuestros corazones, presentémoslas,
sin miedo, al Dios de la Misericordia y el consuelo, para que El sepa darles su
toque de amor. Con la oración de Jesús de hoy, que nuestra reflexión evangélica
también lo sea.
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Es verdad,a mí ahora se me pasa por la cabeza muchos familiares, amigos y otras personas conocidas por los que pedir, y aprovechando que pentecostés está cerca para ellos pido que Jesús les mande su espíritu en forma de fuerza y aliento para segui luchando, pero principalmente, hoy más que pedir,hoy quiero darle las gracias al Señor por permitirme vivir la vida, con sus cosas buenas y malas,pero yo soy dichosa porque Jesús reza por mi y me tiene siempre presente demostrándome su amor infinito e incondicional.
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