miércoles, 2 de diciembre de 2009

PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO
Jueves, 3 de diciembre de 2009. Mateo 7, 21. 24-27


EVANGELIO

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«No todo el que me dice "Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo. El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca. El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente.»

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, SI NO PURA DINAMITA

La verdad es que a medida que va pasando el tiempo, la vida te enseña lo importante que es tener edificada tu casa sobre roca. Vienen tormentas (¡y de qué manera!), dificultades serias, muy serias, problemas y crisis que parecen imposibles de resolver, momentos duros, situaciones familiares o laborales incomprensibles…y la casa de tu vida parece que se va a derrumbar. Pero…”Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?” “¿Quién nos separará del amor de Dios? ¿La tribulación? ¿La angustia? ¿La persecución? ¿El hambre? ¿La desnudez? ¿Los peligros? ¿La espada? (Rm.13, 35)
No, nada, ni nadie pueden separarnos del amor de Dios porque la casa de nuestra vida está cimentada en él.

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