jueves, 3 de diciembre de 2009

PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO
Viernes, 4 de diciembre de 2009. Mateo 9, 27-31

EVANGELIO


En aquel tiempo, dos ciegos seguían a Jesús, gritando: - «Ten compasión de nosotros, hijo de David.» Al llegar a la casa se le acercaron los ciegos, y Jesús les dijo: - «¿Creéis que puedo hacerlo?» Contestaron: - «Sí, Señor.» Entonces les tocó los ojos, diciendo: - «Que os suceda conforme a vuestra fe.» Y se les abrieron los ojos. Jesús les ordenó severamente: - «¡Cuidado con que lo sepa alguien!» Pero ellos, al salir, hablaron de él por toda la comarca
Palabra del Señor.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, SI NO PURA DINAMITA

Sí, Jesús, creemos que tú puedes curarnos. Estamos seguros de que nuestras cegueras, oscuridades, limitaciones y faltas de sensibilidad hacia los otros, pueden ser sanadas, salvadas por ti. Basta para ello con que te sigamos, con que estemos dispuestos a ponerte a ti en primer lugar de nuestras vidas y te gritemos que, muchas veces, la cosas no nos van bien, que solos no podemos arreglar ni nuestra vida, ni mucho menos, nuestro mundo y que te necesitamos.
Tú nos tocarás los ojos del corazón para que descubramos la ceguera que nos enferma y que nos impide ver el sufrimiento de los que nos rodean y se iluminará con la luz de tu presencia la realidad cotidiana de nuestra vida.

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