domingo, 20 de diciembre de 2009

SEMANA CUARTA DE ADVIENTO
Lunes, 22 de diciembre. Lucas 1, 39-45

EVANGELIO

Unos días después, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: - «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

Se acerca ya el tiempo de Dios. De "Dios con nosotros"... aunque, ¿hay algún tiempo que no sea suyo? ¿Podemos "descansar" como cristianos de hacer todo el bien que podamos y de reconocerle a él en los más pobres y en todos los que nos necesitan? María se puso en camino y fue aprisa a visitar a Isabel porque Isabel era mayor y probablemente necesitaría de la presencia de María... siempre me ha llamado la atención eso de "se fue aprisa" ¿Es ésta nuestra disposición habitual? ¿Nos damos prisa en echar una mano, en estar cerca de los que nos necesitan, en comprender a los que sufren y en ayudar de forma concreta en lo que se va presentando a lo largo del día? ¡Ojalá sea así! y el evangelio de este día nos recuerde que sí, que el Señor está cerca. Está en mi prójimo más próximo o más lejano y pide que lo escuche, lo ayude, lo acompañe, y esté dispuesto a correr su misma suerte.
¡Feliz semana!

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