Un sábado en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos comenzaron a arrancar espigas al pasar. Entonces los fariseos le dijeron: "¡Mira! ¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido?". El les respondió: "¿Ustedes no han leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus compañeros se vieron obligados por el hambre, cómo entró en la Casa de Dios, en el tiempo del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió y dio a sus compañeros los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes?". Y agregó: "El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado. De manera que el Hijo del hombre es dueño también del sábado".
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Cuando entenderán los autoproclamados místicos y ascetas de salón, que la norma se hizo para las personas, y no las personas para la norma…cuando dejarán de masacrarnos con leguleyas afirmaciones donde prima lo obligatorio sobre la libertad…son muchos los que anteponen lo superficial a lo esencial, los que ordenan y mandan sin saber que son las personas las que escuchan, que no somos ángeles ni queremos mear agua bendita, queremos ser auténticos, libres, coherentes…me vienen a la mente muchos de los que desde su poltrona ficticia de poder y autoridad moral siguen machacando con la frialdad de lo establecido, cercenando tantas posibilidades de desarrollo y crecimiento…queremos que todo esté legislado y aprobado, firmado y acatado…¿dónde queda la sorpresa, el asombro??...que no nos corten las alas, que nos dejen tranquilos, que queremos saltarnos y pitorrearnos de las normas siempre y cuando sea necesario y oportuno, y esto será siempre que un ser humano lo necesite, lo demande, lo grite…que grande Jesús por enseñarnos a abrir el corazón y amar sin tapujos, sin obstáculos, sin ambages…¿Quiénes son ellos para poner diques al mar?...no creo en la iglesia que valora al ser humano según cumpla o no unas directrices, mi iglesia, la iglesia de la fusca es la vida, mi templo la contemplación que sirve en la acción, el evangelio me lo encuentro escrito por todas partes. Desde mi pequeña barca y con mi pequeña historia, no quiero frías imposiciones, sino corazones con patas que surgen de la convicción en la que te sientes llamado por tu nombre y amado para poder amar. En definitiva doy gracias al Dios que fuere porque he comprendido que las almas nobles y los corazones puros y bondadosos y las conductas armónicas y éticas, no son producto de una creencia ni de un dogma, ni de unas normas, sino de la voluntad y disposición personal que pone a las personas en “contacto” con el Espíritu para que cualquier vía de crecimiento verdadero les proporcione los ingredientes para el menú de su evolución y desarrollo plenos. Palante amigos y mucho ánimo con todo.
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Aunque entiendo lo que dices y comparto muchas veces tus ideas,tambien algunos pensamos que las normas no tienen porque esclavizarte si las vives desde el corazón,sobre todo me refiero a los 10 mandamientos más que leyes creo que son coherencias de la vida en común en la sociedad:Amarás a Dios, no matarás, no robarás...No todos los que estamos en la iglesia somos como su cúpula
ResponderEliminarQuerido amigo, siento comunicarte con gran dolor de mi corazón, que sí, ciertamente estas desorientado, muy desorientado diría yo...al hablar de los diez mandamientos demuestras que te quedaste anclado, bloqueado y apretado en lo pasado, en lo Antiguo, que está superado por lo Nuevo...deja ya el antiguo testamento y los diez mandamientos (pequeñísimo resumen de la ley judía que te invito a leer) que están escritos en piedra fría y vacía, y pasate de un vez al nuevo testamento que está escrito en un corazón de carne llamado JESÚS y una única ley, la del AMOR. Amigo: si tu te compras unos pantalones nuevos porque los viejos se rompieron y no sirven, ¿cuál te pones?...pues esto es igual...
ResponderEliminarMuchisimas gracias por tu aportación y que la orientación sea la bandera de tu vida. Claro que no todos somo como su cúpula,el problema es que no solo su cúpula piensa esto en cuanto a las normas...Buena suerte
En muchas ocasiones no podemos determinar la actividad de esta sociedad en la que nos ha tocado vivir y seguro que a veces nos sentimos esclavos de la maquinaria normativa, política y económica que la dirige. Por eso mismo necesitamos crearnos un espacio de libertad aunque sea mínimo, y ese espacio sólo podemos encontrarlo en los márgenes de nuestra propia vida.
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