martes, 13 de diciembre de 2011

Miércoles 14 de septiembre. Lc 7,18-23

EVANGELIO
Juan fue informado de todo esto por sus discípulos y, llamando a dos de ellos,
los envió a decir al Señor: "¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?".
Cuando se presentaron ante él, le dijeron: "Juan el Bautista nos envía a preguntarte: '¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?'".
En esa ocasión, Jesús curó mucha gente de sus enfermedades, de sus dolencias y de los malos espíritus, y devolvió la vista a muchos ciegos.
Entonces respondió a los enviados: "Vayan a contar a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los paralíticos caminan, los leprosos son purificados y los sordos oyen, los muertos resucitan, la Buena Noticia es anunciada a los pobres.
¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!".

 EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:
 No sabemos que es lo que les hacía falta a los amigos de Jesús para creer en él…esto es lo que parece pensar y decir Jesús…después de esto que habéis visto, ahora vas y lo cascas….no queda otra que adscribirse a su mensaje y hacerlo con radicalidad…pues bien, todavía le faltaba algo a Juan…nos consuela, ya que si ellos dudaban, nosotros también podremos hacerlo, como de hecho, algunas veces hacemos.
Nos gusta el final del relato, Jesús opta por ser obstáculo, y sabe que lo será para muchos…vuelve a ser cierto que Jesús y su mensaje son la peor noticia que para muchos puede haber, algunos están muy cerca de lo sagrado y divino pero encuentran en él una dificultad. En definitiva es la falta de coherencia. Palante.

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