Domingo 14 de junio. Marcos 14, 12-16. 22-26

EVANGELIO
El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos: - «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?» Él envió a dos discípulos, diciéndoles: - «ld a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo y, en la casa en que entre, decidle al dueño: "El Maestro pregunta: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?" Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, arreglada con divanes. Preparadnos allí la cena.» Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la cena de Pascua. Mientras comían, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo: - «Tomad, esto es mi cuerpo.» Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio, y todos bebieron. Y les dijo: - «Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos. Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios.» Después de cantar el salmo, salieron para el monte de los Olivos.
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
La institución de la Eucaristía, el momento en que Jesús asegura que estará permanentemente con nosotros, y que lo hará porque lo necesitamos. Algunos han querido prostituir y secuestrar la eucaristía, haciendo de ella una comida para unos pocos privilegiados, cuando en verdad nace para dar de comer a los que lo necesitan. Me explico, la comunión, el pan partido, tiene sentido en cuanto que libera, sana y ayuda a vivir el día a día, por eso los marginados de nuestro mundo, al igual que los de la época de Jesús, son los más necesitados de ella y lo que la hacen importante. De estar prohibida para alguien tendría que ser para los que no estén dispuestos a amar y a intentar vivir como Jesús. Por eso, cuando vayas a comulgar piensa que te estas comprometiendo a ser como Jesús, y si no lo crees pasa de largo. Palante….