domingo, 6 de junio de 2010

Lunes 7 de Junio. Mt 5,1-12

EVANGELIO
Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él. Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo: "Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. Felices los afligidos, porque serán consolados. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios. Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices vosotros, cuando os insulten y persigan, y cuando se os calumnie en toda forma por mi causa . Alegraos y regocijaos entonces, porque vosotros tendréis una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que os precedieron.
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:
El texto de las bienaventuranzas no es más que las intenciones de rebeldía y revolución que trajo el profeta de Nazareth y que se plasman por escrito es este Evangelio. Es poner el mundo patas arriba, darle la vuelta de tal manera a lo establecido que el que quiera apuntarse a este equipo tiene que saber que no es fácil. Es confiar en el otro, dar el primer paso, mirar a los ojos y no por encima del hombro, es tender puentes y no muros, es regalar sonrisas y no enfados, es vivir en permanente estado de esperanza atrevida y valiente, el mundo por montera y palante con todo. ¿Esperamos a más tarde o nos embarcamos de lleno en el proyecto? JUNTOS PODEMOS...

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