jueves, 7 de octubre de 2010

Domingo 10 de Octubre. Lc 17,11-19

EVANGELIO
Mientras se dirigía a Jerusalén, Jesús pasaba a través de Samaría y Galilea.
Al entrar en un poblado, le salieron al encuentro diez leprosos, que se detuvieron a distancia
y empezaron a gritarle: "¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!".
Al verlos, Jesús les dijo: "Vayan a presentarse a los sacerdotes". Y en el camino quedaron purificados.
Uno de ellos, al comprobar que estaba curado, volvió atrás alabando a Dios en voz alta
y se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias. Era un samaritano.
Jesús le dijo entonces: "¿Cómo, no quedaron purificados los diez? Los otros nueve, ¿dónde están?
¿Ninguno volvió a dar gracias a Dios, sino este extranjero?".
Y agregó: "Levántate y vete, tu fe te ha salvado".

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

Ante la vida podemos tener dos actitudes, una que es la del agradecimiento, y otra, muy distinta, la del aprovechamiento que nos hace ser mediocres e insolidarios. Tiene bemoles que de los diez solo uno volviera a dar las gracias, y para más bemoles todavís era un extranjero, que según el concepto judaico es un no creyente, un pagano. No le importa a Jesús eso, sino que le ensalza y alaba su actitud sea extranjero, creyente o no creyente, eso no es lo importante.
Ojalá que seamos capaces de expresar nuestro agradecimiento y de sentirlo, nos aportaría felicidad y a los que nos rodean también, ya que significaría que habriams aprendido a valorar lo que tiene importanci y lo que carece de ella. Da las gracias con el corazón y no por educación. Dar las gracias humaniza...pruebalo....

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